La quinoa es uno de los alimentos más saludables que puedes comer: aporta proteínas vegetales, fibra, carbohidratos de absorción lenta y un buen número de vitaminas y minerales. Considerada un superalimento por su alto valor nutricional, puede resultar aún más beneficiosa si se sigue el paso crucial de lavarla antes de su consumo. Este proceso es esencial para eliminar las saponinas, compuestos que pueden interferir con la absorción de hierro y causar un sabor amargo.
La saponina es una sustancia que se utiliza para producir determinados medicamentos, apagar incendios, elaborar esteroides o incluso fabricar jabones. Está presente en otros alimentos como la yuca y el ginseng, y puede ser tóxica si se consume en grandes cantidades. Esta sustancia es un compuesto amargo y también la responsable de esa espuma que se forma cuando la quinoa entra en contacto con el agua.
Así debes lavar la quinoa antes de consumirla
Para quitar la saponina debes lavar la quinoa antes de cocinarla. Es importante que la coloques en un recipiente, preferiblemente un colador, bajo un chorro de agua fría. Frota bien con las manos para ir eliminando la saponina. Podrás observar cómo se forma una espuma que después del lavado, se irá quitando.
Es importante que lo hagas con el agua que corre y no dejar la quinoa en remojo, pues de esta manera la saponina seguirá pegada a los granos. Una vez lavada, cocínala a temperatura baja durante 10-15 minutos. Para darle un sabor similar a un fruto seco, puedes tostarla antes de cocinarla.
En una cazuela, agrega unas gotitas de aceite para evitar que la quinoa se pegue, ponla a fuego, - en crudo, no después de cocerla-, fuerte durante un par de minutos y ve removiendo hasta que se tueste. También puedes añadir alguna especia de tu preferencia para conseguir un punto extra de sabor. Existen muchas recetas para preparar con este superalimento.