Los británicos son gente de costumbres. Es bien sabida su afición por la puntualidad y por llevar a cabo de tanto en tanto ciertas acciones con una regularidad impresionante y con su tradicional rigor.
El cargo de Primer Ministro no es la excepción, y junto a vivir en la casa ubicada en el número 10, todos los días debe trasladarse antes de las 5 de la tarde para rendir informes personalmente al rey en funciones. Y eso no es lo único: también tiene que convivir con un gato.
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Desde el 15 de febrero de 2011, cuando el entonces Primer Ministro David Cameron adoptó un gatito para que hiciera compañía a sus hijos, el michi llamado Larry se convirtió no solo en un personaje de la casa, sino en un símbolo del gobierno británico.
De hecho, según una reciente encuesta realizada por la empresa Ipsos, Larry es mucho más popular que cualquiera de los primeros ministros recientes, pues tiene un 44 por ciento de aprobación. En contraste, el Primer Ministro electo Keir Starmer tiene un 34 por ciento.
Una historia de gatos, políticos y ratones
Larry no es el primer gato que habita en el número 10 de Downing Street. En la década de los 20, el Primer Ministro Ramsay MacDonald llevó a su gato, Rufus of England, para lidiar con los ratones, mientras que el famoso Winston Churchill tenía siempre a su lado a Nelson.
Incluso gobernantes como Margaret Thatcher tuvieron cierta debilidad por los gatos de la casa del Primer Ministro. Conocida por su carácter austero, se sabe que le llevó una lata de sardinas soviéticas a Wilberforce, el gato que servía entonces a la casa.
Por lo regular, los gatos que viven en el número 10 de Downing Street fueron callejeros y después adoptados a través de refugios, en buena medida por relaciones públicas pero también por el hecho de que la zona en donde está ubicada la residencia es un área endémica de ratones.
Así, los gatos no viven precisamente gratis en la casa del Primer Ministro: son nombrados con el título de “Jefes ratoneros” y, aunque tienen personal que vela por su seguridad y porque no les falte comida, su labor es mantener a raya a los ratones de la zona.
¿Quién es Larry, el gato más popular de Downing Street?
Larry nació en las calles alrededor de 2007 y, tiempo más tarde, fue resguardado en el albergue Battersea para Perros y Gatos en donde, en 2011, fue adoptado por la familia del entonces Primer Ministro, David Cameron.
Larry ocupó el puesto que había dejado el gato Humphrey, el cual fue retirado en 2006, bajo el gobierno del laborista Tony Blair. Aunque se dice que en un principio no se llevaban del todo bien, David Cameron ha repetido en numerosas ocasiones lo mucho que extraña al gato.
“Él ha atrapado los corazones del público británico e incluso hay periodistas acampando afuera de la puerta para esperarlo. En respuesta, la nación le manda diario regalos y bocadillos.
“Larry pasa los días recibiendo a invitados de la casa, inspeccionando las defensas de seguridad y probando la calidad del mobiliario antiguo para las siestas. Sus responsabilidades diarias incluyen contemplar una solución a la ocupación de la casa por parte de los ratones. Larry ha dicho que sigue en una fase de planeación táctica”, señala sir Anthony Seldon en el perfil oficial del felino.
Este gatito, de 17 años de edad, ha visto pasar a seis primeros ministros por la residencia, incluyendo al propio Cameron, a Boris Johnson y el corto paso de Liz Truss, y a innumerables presidentes y jefes de estado de todo el mundo. Y aunque ahora compartirá la casa con JoJo, el gato de Keir Starmer, se contempla que siga en sus labores por muchos años más.