La Ouija, ese enigmático tablero que se piensa es un puente entre nuestro mundo y el más allá, ha sido objeto de fascinación y temor desde su creación. Pero, ¿qué preguntas jamás debes hacer si decides aventurarte en su uso? Orgen Lavey, experto en temas esotéricos, en una entrevista para el podcast de Gusgri en YouTube, advirtió sobre tres preguntas que debes evitar hacer si juegas, pues podrían desencadenar consecuencias terribles.
La primera pregunta que deberías evitar es sobre la existencia de Dios. Y es que puede invocar entidades con intenciones maliciosas o generar respuestas que, aunque falsas, pueden alterar profundamente las creencias y la paz mental de los participantes. Además, se cree que los espíritus que responden a través de la Ouija podrían engañar, haciendo que cuestiones fundamentales sobre la fe y el universo se vean envueltas en confusión y oscuridad.
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¿Qué no preguntarle a la ouija?
La curiosidad humana es inmensa, y saber cuándo moriremos podría parecer una tentación irresistible. Sin embargo, preguntar sobre la fecha de tu muerte o la de alguien presente puede abrir la puerta a respuestas aterradoras. Este tipo de información, verdadera o no, puede sembrar el miedo y la paranoia, alterando de forma negativa la vida de las personas involucradas.
Finalmente, Lavey menciona que preguntar sobre la ubicación de tesoros escondidos también está prohibido. Esta pregunta podría parecer inofensiva o incluso intrigante, pero en podría atraer espíritus codiciosos o engañosos que buscan aprovecharse de la avaricia humana.
¿La Ouija es realmente un portal paranormal?
La Ouija tiene una historia tan fascinante como oscura. Su creación se remonta al siglo XIX, durante la fiebre espiritista en Estados Unidos. Elijah Jefferson Bond es considerado su inventor, y Theresa Maupin y Charles W. Kennard patentaron el diseño que conocemos hoy: un tablero con el alfabeto, los números del 0 al 9 y las palabras "Sí", "No" y "Adiós". Curiosamente, Kennard inventó que "Ouija" era una antigua palabra egipcia que significaba "mala suerte", pero .
En la década de los noventa, la Ouija se comercializaba como un juguete para niños, una idea chocante considerando su reputación en la cultura popular como herramienta para contactar espíritus. La producción del tablero pasó por varias manos, desde Parker Brothers, famosa por el Monopoly, hasta Hasbro, quien en 1991 adquirió los derechos y continuó vendiéndola como un juego para mayores de 8 años.