Momento de fe

Santoral 22 de diciembre: ¿quién es Santa Francisca Javiera Cabrini y cuál es su oración?

Con la Navidad a punto de llegar, se recuerda a esta emblemática figura que dedicó su vida y virtud a ayudar a las personas más necesitadas

Santoral 22 de diciembre: ¿quién es Santa Francisca Javiera Cabrini y cuál es su oración?
Este día se recuerda la vida de Santa Francisca Javiera Cabrini. Foto: Freepik.

El 22 de diciembre la Iglesia Católica celebra la memoria de Santa Francisca Javiera Cabrini, una figura ejemplar de la historia religiosa que dedicó su vida al servicio de los más necesitados, a través de la educación y la creación de comunidades religiosas. Santa Francisca Javiera Cabrini nació el 15 de julio de 1850 en Sant'Angelo Lodigiano, un pequeño pueblo en la región de Lombardía, Italia.

Fue la menor de 13 hermanos en una familia profundamente cristiana, de los cuales solo ella y su hermano vivieron más allá de la infancia, por lo que desde joven mostró una gran inclinación hacia la vida religiosa y la ayuda a los demás, en especial a los más desfavorecidos. Su infancia estuvo marcada por la pérdida temprana de su madre, lo que significó una gran prueba para la joven Francisca, esta pérdida la acercó más a Dios y, con el tiempo, comenzó a sentir la llamada de la vocación religiosa.

A los 18 años, ingresó al Instituto de las Hermanas de la Caridad de Suiza, donde se preparó para la vida consagrada, sin embargo, su vocación no fue completamente entendida por las autoridades eclesiásticas de la época, y fue rechazada en varias ocasiones al intentar unirse a otras comunidades religiosas. A pesar de estas dificultades, nunca abandonó su deseo de servir a Dios ya la humanidad.

Las virtudes y el legado de Santa Francisca Javiera Cabrini

En 1880, tras años de esfuerzos y oraciones, Francisca logró su sueño de fundar una congregación religiosa y en este año, creó el Instituto de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, también conocido como las "Hermanas Misioneras de Cabrini", con el objetivo de educar a los jóvenes y cuidar a los más necesitados, especialmente a los inmigrantes italianos en América.

La canonización de Santa Francisca fue un acto de reconocimiento a una mujer que, en su vida, supo hacer de la caridad y el servicio a los demás una verdadera misión.
Fotografía: Wikipedia.

Durante sus primeros años, la fundación fue un reto, pues no contaba con grandes recursos, pero Francisca y sus hermanas demostraron una gran resiliencia y una profunda fe en la providencia divina. Poco a poco, lograron expandir su obra en Europa y en los Estados Unidos, donde la necesidad de asistencia a los inmigrantes italianos era particularmente urgente.

Santa Francisca Javiera Cabrini llegó a los Estados Unidos en 1889, a la ciudad de Nueva York, para servir a la gran población de inmigrantes italianos que llegaban al país. Allí fundaron orfanatos, escuelas y hospitales, brindando apoyo a aquellos que más lo necesitaban; en sus 35 años de vida religiosa, Santa Francisca logró fundar más de 67 instituciones, no solo en América, sino también en Europa y América Latina, dejando un duradero legado de caridad, educación y servicio.

Así, el principal legado de Santa Francisca Javiera Cabrini fue su amor incondicional a Dios ya su prójimo, por lo que su vida estuvo marcada por una gran devoción religiosa, pero también por su capacidad de ver a Dios en las personas más humildes y necesitadas. Su apostolado fue incansable, y su ejemplo inspiró a muchas personas a seguir sus pasos en el servicio a los más desfavorecidos.

A pesar de los logros que alcanzó, nunca buscó la gloria personal, sino que siempre centró su vida en el servicio a los demás.
Fotografía: Wikipedia/Chris Light.

Una de las virtudes que más destacó en la vida de Santa Francisca fue su perseverancia ya que apesar de las numerosas dificultades que encontró en su camino, nunca perdió la fe. Su vida fue un testimonio de cómo la fuerza interior, sustentada en la oración y en la confianza en la providencia divina, puede superar los obstáculos más grandes.

Otro aspecto fundamental de su vida fue su profunda preocupación por la educación, pues Francisca consideró que la educación era un medio fundamental para lograr la dignidad humana y mejorar las condiciones de vida de las personas. Por ello, una gran parte de las instituciones que fundaron fueron escuelas, orfanatos y centros de formación para niñas y jóvenes. En ellas, no solo se enseñaba lo académico, sino también los valores cristianos que, para Santa Francisca, eran fundamentales para el desarrollo integral de las personas.

¿Cuál es la oración a Santa Francisca Javiera Cabrini?

Oh Santa Francisca Javier Cabrini, tu que pusiste toda tu confianza en el Sagrado Corazón de Jesús y encontraste en Él la clave de la perfección y la fortaleza para ser Apóstol del Evangelio de Cristo por el mundo entero, mira propicia desde la gloria del Cielo sobre los que con amor y confianza recurren a tu intercesión.

Tú, que con afecto maternal has endulzado las temporales y espirituales aflicciones de los desterrados de este mundo, muéstrame en la peregrinación de esta vida tu protección materna, y suplícale al Sagrado Corazón de Jesús me conceda las gracias tan necesarias para llegar a su patria celestial.

Oh Santa Francisca Javier Cabrini escucha benignamente las plegarias que a ti dirijo y consígueme los favores que tan ardientemente suplico (aquí se menciona la petición). Pero sobre todo consígueme la gracia de verme unido con los que, por tuya intercesión, cantan las alabanzas y glorias de Dios, nuestro Señor. Así sea.

Santa Francisca Javier Cabrini, amantísima esposa de Jesucristo, ruega por nosotros.

Gloria al Padre (tres veces).

Hoy en día, su vida sigue siendo un faro de inspiración para muchas personas que buscan servir a Dios a través del amor al prójimo.
Fotografía: Freepik.

¿Qué otros santos se celebran el 22 de diciembre?

  • Santa Isabel de Hungría: fue una princesa húngara nacida en 1207, conocida por su dedicación a los pobres y su profunda devoción cristiana. Fundó hospitales y trabajó incansablemente por el bienestar de los necesitados. Su devoción al servicio de los demás la convirtió en una de las grandes santas de la Edad Media.
  • San Mauricio de Tréveris: fue un mártir cristiano del siglo III. Su festividad no es tan conocida, pero su sacrificio por la fe se celebra en varios lugares el 22 de diciembre. Se le atribuye la fundación de una comunidad cristiana en Tréveris (hoy en Alemania) y su martirio por defensor su fe en el Imperio Romano.
  • San Adolfo de Osnabrück: fue un obispo y misionero en el siglo IX, que complementó un papel clave en la evangelización de las tribus germánicas. San Adolfo fundó varias iglesias y monasterios en lo que hoy es Alemania, y su labor misionera le valió una gran veneración tras su muerte.
  • Beato Francisco de Santa María: fue un frágil y misionero franciscano del siglo XVII, conocido por su labor en la evangelización de los pueblos de África. Fue beatificado por su dedicación y sacrificio al servicio de los más necesitados. Su festividad también se celebra el 22 de diciembre.

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