La limpieza de las persianas puede ser una tarea pesada y cansadora, sobre todo cuando se acumula suciedad en espacios estrechos y difíciles de alcanzar. Es importante aclarar que los dos lados de este tipo de cortinas se desgastan de una manera diferente. Mientras la exterior se encuentra sometida a los agentes atmosféricos y las inclemencias meteorológicas, la interior acumula una mayor cantidad de polvo y suciedad. Sin embargo, hay un método casero para resolver esta problemática y ahorrar valioso tiempo.
En ese sentido, es importante recurrir a un truco de nuestras abuelas, el del calcetín. Seguramente, en tu casa tienes uno de algodón que te ayudará a atrapar el polvo impregnado en las láminas de las persianas. Además, puedes acceder a los rincones difíciles para limpiarlas y tus cortinas lucirán como nuevas.
Paso a paso de la limpieza de las persianas
Para comenzar la limpieza, necesitas un calcetín viejo de algodón, tela que ayudará a atrapar el polvo sin rayar ni dañar la superficie de las láminas de las persianas. Luego mezcla agua y vinagre blanco en partes iguales en una botella con pulverizador. El vinagre es un excelente limpiador natural que elimina la suciedad y los olores. Si prefieres usar jabón, mezcla unas gotas de lavavajillas con agua.
Coloca el calcetín en tu mano como si fuera un guante y rocía suavemente la mezcla de vinagre y agua sobre las láminas de la persiana. Evita empaparlas y si te preocupa que caigan gotas, puedes rociar directamente sobre la media. Luego limpia suavemente cada lámina de la persiana de arriba a abajo.
En el caso de las manchas difíciles o mucha suciedad, el líquido o frotar con un poco más de fuerza. Ten a mano otro calcetín de algodón para cambiarlo cuando el otro esté muy sucio. Luego de limpiar todas las láminas, usa un paño seco u otra media limpia para quitar el exceso de humedad o residuos. Con este truco de la abuela, lograrás que tus persianas luzcan impecables y se vean como nuevas. Es importante limpiarlas regularmente, con más frecuencia, al menos cada tres o cuatro meses.