Se piensa que las casas lujosas sólo pueden encontrarse en el centro de la Ciudad de México o en estados donde la calidad de vida es más alta, pero la realidad es que esos pensamientos son productos de un clasismo interiorizado ya que la riqueza puede encontrarse en cualquier lugar. Un ejemplo de ello es la lujosa casa del Jefe Pepe (mejor conocido como El Centenario) que se encuentra ubicada en el corazón de Ecatepec.
Fue el youtuber Comandante Pioki quien se adentró a esta mansión para dar a conocer todo lo que existe dentro de ella; con el rostro blureado para proteger su identidad, El Centenario invita a las cámaras a pasar al rancho para invitarles un “traguito para el desenpance” mientras presume las múltiples cantinas en donde el alcohol costoso adorna las vitrinas y es ahí donde el recorrido comienza.
Un rancho adaptado al justo del Jefe
Con trago en mano El Centenario y Pioki se dirigen al cine privado que los recibe con amplios sillones y consolas de videojuegos que se proyectan en una pantalla gigante, digna de un cine casero; entre la plática ambos se acomodan mientras el Jefe afirma que la intención de ese lugar es generar comodidad y calma, así como entretener a sus hijos y así puedan tener lo que él no tuvo en su infancia.
La “casa de descanso” está pensada para satisfacer todos los gustos del Jefe, quien gusta de invitar a amigos y familiares para que disfruten de los gustos que conforman este lugar. La cocina y el comedor son dignos del lujo que ostenta El Centenario, quien preparó jabalí asado para aquella ocasión especial, en lo que parecía ser un día de campo trabajadores e invitados comieron por igual mientras la música de fondo daba vida al ambiente.
Después de la comida, Pioki y El Centenario se concentran alrededor de sus “juguetes favoritos” que son varias camionetas que, al igual que cada detalle de la casa, han sido adaptadas para las necesidades del Jefe, quien afirma que el costo de cada una de ellas ronda en los dos millones de pesos; dentro de su colección también se pueden ver varias cuatrimotos que usa para moverse por todo el rancho.
Entre tantos lujos los rumores sobre el trabajo del dueño comenzaron a surgir y fue en este momento donde aclaró que se dedica a la venta de motores y refacciones para tractores, lo que le ha permitido construir su lujosa vida y concederle a sus hijos todos los deseos que han podido imaginar.
Un trabajo honesto que comenzó desde abajo
Con las lujosas camionetas de fondo, El Centenario cuenta que antes de poder construir ese patrimonio la recolección de pet y cartón eran sus únicas fuentes de ingreso y aunque esto también es un trabajo digno, él afirma que fueron muchas las personas quienes lo miraron con desprecio, pero ahora que ha podido construir una vida mejor, se siente orgulloso y feliz de saber que puede convivir con sus amigos y familiares y brindarles todo lo que ellos pidan y así demostrarles el cariño que siente por cada uno de ellos.
Esta es una de las casas en donde El Centenario descansa y a pesar de los lujos que existen en su interior, no hay una mejor ubicación que Ecatepec, lo que rompe los estereotipos sobre la gentrificación y lo que se ha vendido como “lujoso” en zonas donde está bien visto tener este tipo de mansiones. Es así como El Centenario se siente orgulloso de lo que ha construido y está convencido de que debe ser compartido con las personas que ama.
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