Nicolás Alvarado no es católico y sin embargo, no puede sustraerse al interés que concita lo que sucede hoy en el Vaticano, porque primero el Papa es un Jefe de Estado, es el jefe del Estado Vaticano, pero además; es uno particularmente poderoso, uno que tiene en mayor o menor medida la escucha de mil 200 millones de personas y es uno cuyas declaraciones, cuyas posturas, cuya actuación política resulta muy importante para el devenir del planeta.
Para el escritor, la muerte de Benedicto XVI es también una oportunidad para hablar del Papa Francisco, para hablar de la situación que enfrenta hoy la Iglesia Católica y para hablar de su incidencia en el mundo. ¿Es este un podcast religioso? no, pero es uno que acaso comparta una misión con la religión, la de ligar sino a las personas al menos las ideas entre sí, así es la pinche complejidad.
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¿Frívolo o conservador?
Hablar de Benedicto XVI durante muchos años supuso, al menos fuera de la ortodoxia católica hacer comentarios muy frívolos, ya que se le acusó repetidamente de haber tenido simpatías nazis, lo que no es cierto.
Benedicto XVI, mejor conocido como Joseph Ratzinger, simplemente nació en la Alemania del Tercer Reich y tuvo que Ingresar a las juventudes hitlerianas como todos los jóvenes alemanes en aquella época como günter grass.
Fue un nombre acusado de ser un conservador, un retrógrada y probablemente lo haya sido en muchos sentidos, pero también fue un hombre valiente y un hombre que enfrentó por primera vez en el seno del Vaticano todos los escándalos sexuales que se suscitaron en las últimas décadas en la Iglesia Católica y eso tiene un mérito.
En tanto, el Papa Francisco es un hombre eminentemente carismático, un Papá bien amado por sobre todas las cosas y tiene la reputación de ser un revolucionario, de ser alguien que ha transformado completamente el discurso de la Iglesia, la agenda de la Iglesia y que podría traer vientos frescos a la Iglesia Católica, habrá que ver también hasta qué grado lo ha logrado.
El rottweiler de Dios
El mal chiste que se usaba habitualmente en vida de Ratzinger, siendo cardenal y luego siendo el Papa Benedicto XVI, es que era el rottweiler de Dios es decir, era el gran defensor del dogma, el gran defensor de la doctrina y para Nicolás también era el gran defensor de las formas tradicionales de la Iglesia Católica.
Hay muchas maneras de analizar las posturas ideológicas de los jerarcas de la Santa Sede. La más simple es dividir a las posturas entre conservadores y liberales; sin embargo, a decir del comunicador esto no permite entender lo que es realmente las características centrales del posicionamiento vaticano o en general, digamos de los miembros de la curia romana y de los obispos en el mundo era lo que se podría definir como integral e intransigente.
¿Y eso qué significa? Integral quiere decir que ellos buscan tener una concepción integral del mundo, el cual no se divide de forma secularizada, las distintas esferas de la vida y eso significa que para los obispos católicos, la idea es que la política y la religión, la economía y la religión, la cultura y la religión todo va junto y todo debe de ir en conjunto y que los católicos deberían de regirse por una construcción que integre su religión o su religiosidad a su manera de concebir las otras esferas de la vida.
La verdadera postura del Vaticano
El otro concepto de intransigente quiere decir que las posiciones del Episcopado suelen ser anti comunistas, anti socialistas, pero también anti liberales y anti capitalistas, por lo menos de un cierto tipo de capitalismo salvaje. Y si se entiende eso, se entiende mejor los posicionamientos de algunos personajes de la Iglesia Católica.
Bajo el criterio anterior, Nicolás no está afirmando que Ratzinger no haya sido conservador en la manera básica que se entiende, pero se puede entender mejor a Ratzinger, si se recuerda esto que acabo de decir y se entiende uno porque en ciertos aspectos Ratzinger.
Por ejemplo, el fallecido cardenal partió de posturas muy de concilio Vaticano y luego se fue centrando más en este tipo de pensamiento integral e intransigente en donde él quería que el catolicismo fuera así como lo pregona y lo predica precisamente el Vaticano y de ahí incluso uno puede entender sus posicionamientos hacia otras religiones y hacia otras maneras de ver el mundo secularizado.
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