Somos el resultado de miles de hábitos, para bien y para mal. Hábitos de ejercicio, alimentación, ahorro, gasto, trabajo, limpieza, etc. Eres lo que repites constantemente, no importa cuan pequeño esto sea.
“Los hábitos son una espada de dos filos. Los malos hábitos te pueden cortar y descuartizar, tan fácil como los buenos hábitos pueden construirte, por eso, entender los detalles es crucial”, James Clear, Atomic Habits. Cada decisión que tomamos nos acerca o nos aleja de nuestro objetivo, pero cada hábito lleva consigo una decisión pequeña que repetida muchas veces hace raíces, se fortalece y poco a poco crea un gran resultado. Nuestra identidad está conformada de aquellos comportamientos que repetimos, por lo tanto, esa se convierte en nuestra identidad.
Si queremos cambiar nuestra forma de ser entonces nos tenemos que enfocar primero en quién queremos ser. Una alineación en identidad para parecernos a la persona que queremos. Yo soy una persona delgada, atractiva, sana, motivada, puntual, cumplida, curiosa, amigable, trabajadora, feliz, ambiciosa. Por lo tanto, mi motivación es cambiar mis hábitos para serlo y esto es intrínseco porque no quiero ser este tipo de persona, soy esta persona. Por eso, como me siento orgullosa de esta persona que soy, no me cuesta trabajo adoptar ciertos hábitos que me mantienen, por ejemplo: despertarme temprano todas las mañanas, tomar agua caliente en ayunas, ir a hacer ejercicio, comer saludablemente, no fumar, leer, trabajar, etc. El orgullo en mis resultados me hace seguir adelante, tal vez no fue así en un principio, pero el cúmulo de pequeñas victorias me hizo cada vez sentirme mejor y ahora se convirtió en mi comportamiento y en quien soy.
El poder cambiar tu vida un hábito a la vez, no es un capricho millonario ni un slogan de venta de un libro, es una realidad. Decide quien quieres ser y realiza una lista de hábitos pequeños que puedas hacer todos los días y que te acercarán cada vez más, trata de que uno te lleve a otro. Ejemplo: Para ir a hacer ejercicio, si dejas tus tenis y ropa desde un día antes junto a tu cama será mucho más fácil hacerlo que si tienes que buscar el atuendo. Si dejas un vaso de agua a lado de tu cama, lo más fácil será tomártelo al abrir los ojos. Así ve explorando opciones. Aprovecha este momento de vacaciones que, aunque si bien sigues trabajando, normalmente hay menos carga o tráfico en la ciudad, y define bien el personaje que quieres ser y qué características debe tener, busca cuáles serían los hábitos acordes y adopta uno por semana, ¡haz la prueba! No te olvides de los valores y principios, deben estar en línea con tu esencia si no, no durarán.
Es importante saber que nuestro cerebro crea hábitos de comportamientos que se han repetido muchas veces hasta que se hacen automáticos. Ten cuidado porque pueden ser hábitos buenos y otros no tanto y difíciles de quitar. El llevar una libreta con una lista de los hábitos positivos puede ayudarte, así como los negativos, y otra columna con los que quisieras adoptar como nuevos.
Lo que sí es un hecho es que todos aplicamos la ley del mínimo esfuerzo, el hacernos el camino fácil siempre hará que sean largos y duraderos.
MAAZ