Manteniéndose en el Top 10 de contenidos más vistos en plataformas digitales, El estafador de Tinder (o “Tinder Swindler” en inglés), la docuserie de Netflix que narra la experiencia vivida de tres mujeres que fueron engañadas por Simon Leviev después de conocerse en la aplicación de citas “Tinder” y estafarlas por cientos de miles de dólares.
El comienzo nos remontó a historias reales de estafadores que llevaron al límite sus poderes de seducción para acercarse a sus víctimas a través de una app y uno de ellos, es el caso de Takahiro Shiraishi, mejor conocido como “El asesino de Twitter”. Él, como Simon, buscaba a sus víctimas por redes sociales y empezaba una relación antes de asesinarlas.
Una de las principales similitudes entre el estafador de Tinder y el asesino serial de Twitter son sus víctimas. Aunque es difícil comparar lo que les sucedió sí podemos encontrar patrones entre ellas.
Lo principal es el estado de ánimo de las víctimas. Todas se encontraban en una posición de debilidad y vulnerabilidad que pudo ser explotada por los dos hombres. En el caso del estafador de Tinder, las mujeres buscaban el “amor verdadero” y eso hizo que estuvieran más dispuestas a “dar todo” por un desconocido.
A comparación, las víctimas del asesino de Twitter, eran personas que estaban en momentos difíciles de su vida y que activamente expresaban pensamientos suicidas. Pensamientos que Takahiro explotó sin remordimiento.
Al final del día, estos dos hombres buscaron a personas que estaban en situaciones vulnerables y se aprovecharon de ello. Muchas de sus víctimas probablemente no hubieran caído en ese hoyo y estarían en una mejor circunstancia de su vida, pero estando en un momento difícil no pudieron diferenciarlo.
Hay muchas maneras de evitar a un posible estafador en redes sociales, pero la primera y más efectiva es ser precavido y no confiar en personas que conociste a través del internet. Un estudio de la Universidad de Exeter mostró que el perfil del estafador explota los sentimientos de la ambición y el temor.
En otras palabras, usan la urgencia en contra de ti. Lo que buscan es que no tengas tiempo de razonar. Pueden convencerte de que perderás la oportunidad de tu vida si no actúas rápido, o también, te presionan a través del miedo para que tengas que actuar rápidamente.
No se te olvide escuchar la historia del asesino de Twitter en el pódcast de Diablos.
IL