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Conoce la leyenda de la Monja de la Catedral de Durango

Se dice que durante las noches se puede ver una silueta de una mujer vestida de blanco en lo alto de la Catedral de Durango

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Conoce la leyenda de la Monja de la Catedral de Durango.Foto: Especial

Una de las leyendas de terror más conocidas de la ciudad de Durango es la de la monja que se aparece en la Catedral. Se dice que durante las noches se puede ver una silueta de una mujer vestida de blanco en el campanario de la iglesia. Muchos dicen que es el espíritu de una joven monja llamada Beatriz.

Cuenta la historia que Beatriz era una joven muy hermosa y delicada, venía de una familia adinerada. El relato se sitúan a mediados del siglo XIX cuando Benito Juárez era presidente de la República Mexicana. Los padres de Beatriz se establecieron muy cerca del templo de la Catedral.

Entonces Beatriz quiso ingresar a un convento de religiosas. Sus padres aprobaron la idea de inmediato, porque preferían verla casada con Jesús que un hombre indigno. Tiempo después debido a las leyes de reforma que aplicó el expresidente Benito Juárez, el clero se vio afectado, y se cerraron algunos conventos, iglesias e instituciones de carácter religioso.

Beatriz, entonces tuvo que regresar a su casa. Solo que cuando volvió se enteró de que su madre había fallecido y su padre estaba muy enfermo. Poco tiempo después el padre murió y Beatriz se quedó con una gran deuda, con la única esperanza de que reabrieran el convento.

Mientras la vida de Beatriz se quedaba en pausa, las tropas francesas del Imperio, comandadas por el general L’Herillier entraron en Durango sin resistencia, y comenzó la guerra.

Una noche, a unos metros de la casa de Beatriz, dos hombres, un mexicano y un francés, que querían cortejar a la misma dama, comenzó a pelearse. El mexicano apuñaló al francés tres veces, y este al sentirse herido huyó.

El francés en busca de auxilio tocó a la primer puerta que se encontró, y era la casa de Beatriz. El soldado insistió en quedarse pero Beatriz le negó el refugio. El hombre la amenazó y se quedó escondido ahí. Pero luego se enamoraron. Debido a la guerra que había, ya se habían marchado las tropas francesas.

El soldado entonces abandonó la ciudad de Durango y le dijo adiós a Beatriz. Arrepentido volvió pero en el intento los juaristas lo fusilaron, antes de que pudiera llegar con su amada. Se dice que Beatriz nunca supo de su muerte y todos los días subía al campanario de la Catedral para ver si su amado se acercaba al pueblo.

Se cree que al pensar que el soldado llegaba, Beatriz se exaltó y se cayó del campanario. Otros dicen que se aventó para terminar con su vida. Al otro día encontraron el cadáver de una mujer que estaba embarazada en la explanada de la Catedral. Era Beatriz.

AV