Si pensaban que los hermosillenses no podían ser más creativos a la hora de hacer Hot Dogs, una de su especialidades culinarias, estaban muy equivocados, pues de los creadores del “Colordogo” llega el “Dogo Dubái” el único en Sonora con oro comestible.
Es el primer Hot Dog en el estado que contiene láminas de Oro de 24 kilates y cuenta con un certificado único y de autenticidad expresó en entrevista para El Heraldo de México, Tomás Arredondo propietario de Los Dogos del Miami, creadores del extravagante manjar.
“Encargamos unas láminas de oro comestible, hoy tuvimos los materiales reunidos y lo lanzamos, el oro que pedimos viene con un certificado que avala que es comestible y que es oro”, dijo.
La composición de este platillo consiste en el pan, la salchicha envuelta en lámina de oro, se agrega tomate, mayonesa, y otras dos láminas de oro, el Hot Dog sale en un estuche grabado con un mensaje especial.
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“Es una leyenda que pasó en el negocio, cuenta una historia que pasó cuando iniciamos un compadre y yo, el me ayudaba y la leyenda dice: ‘Un día de lluvia se rieron de mí y de mi compadre, nos mojamos cuidando no se llevara el viento y la lluvia las cosas, esa misma noche pasada la lluvia cambio nuestra suerte”, mencionó.
El costo del Hot Dog es de 50 dólares que convertido a pesos mexicanos son alrededor de mil pesos. “Lo vendemos en mil pesos, hoy que lo lanzamos hemos vendido cinco”, platicó.
El Hot Dog en Sonora es icono gastronómico de la ciudad. “Las primeras carretas estuvieron en centro, ahora Hermosillo es nombrada la capital del Hot Dog, le ponemos algo de ganas y creatividad, la idea surge de la necesidad de seguir innovando, también somos creadores del 'Colordogo' y ahora del 'Dogo Dubái'”, mencionó.
Los Dogos del Miami es un establecimiento muy conocido en la capital sonorense, en múltiples ocasiones se han creado largas filas para disfrutar de un sabroso Hot Dog, uno de sus valores agregados es la infinita barra de ingredientes que tienen para que los comensales hagan sus experimentos y mezclen sus sabores favoritos.
Por Gladis Balbastro
GB