La sal, uno de los minerales más importantes desde la antigüedad, podría ser de ayuda durante esta temporada de heladas y fuertes nevadas en distintas regiones del planeta -tal como se ha visto en los últimos días en Estados Unidos- y es que el cloruro de sodio puede ayudar a que el hielo que está en contacto con la sal disuelta se derrita más rápido o detenga el congelamiento.
Una solución ante las nevadas desde hace 30 años
De acuerdo con la Sociedad Estadounidense de Química (ASC, por sus siglas en inglés), la sal se ha utilizado para combatir el hielo y la nieve desde la década de 1930. Esto debido a que al agregar sal a superficies con hielo o agua fría se impide la congelación o se detiene. Cuando se añade sal a este líquido, el agua puede resistir temperaturas incluso de -21°C sin llegar a solidificarse.
La explicación a esta reacción es que la sal, según la ASC, impide que las moléculas de agua puedan formar cristales de hielo sólido a la temperatura común de 0 grados, aunque si es lo suficientemente baja, los cristales del agua podrán unirse de forma organizada sin incluir los iones de cloruro de sodio que no permiten la congelación.
En resumen, si se lanza o echa sal a carreteras o incluso sobre la nieve misma se impedirá que se congele la superficie debajo, e incluso ayudaría a que la nieve comience a derretirse más rápido.
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- Sin duda esto es de ayuda cuando las carreteras se congelan y así evitar aparatosos accidentes.
Sal, indispensable para mantener el organismo con buen funcionamiento
Scientific American señala sobre la interacción que cuando el hielo puro está rodeado por una solución de agua salada a temperatura ambiente, las partículas en el borde del hielo absorberán el calor, se desprenderán y fluirán libremente. Al mismo tiempo, es posible que algunas partículas de agua intenten volver a adherirse.
Asimismo, cabe señalar que el consumo de cloruro de sodio -mejor conocido como sal- es necesario para mantener el organismo bien hidratado, así permitirá que las células dispongan del agua necesaria, regulará los fluidos del organismo y el sistema nervioso transmitirá de manera correcta los impulsos al cerebro.