En este día del amor una de las ideas que rondan en la mente de los “amorosos” es el encontrar a su “media naranja” o el “amor de su vida”, un concepto por de más idealizado que nos hace buscar ser felices por siempre junto a aquella persona especial tal y como sucede en las películas.
Sin embargo, ¿Qué tan real es este concepto?, si se analiza a fondo podemos darnos cuenta de que implícitamente nos da la idea de que hay un gran amor predestinado para nosotros, por lo que es nuestra tarea buscarlo y encontrarlo, generando la idea de que si no lo encuentras no estás predestinado a ello .
Pero esta idea “fantasiosa” del amor, de acuerdo con el filósofo argentino Darío Sztajnszrajber, puede incluso llegar a ser problemática cuando lleva a algunas personas a vivir en función de un “sueño ideal” que no siempre se convierte en realidad.
El amor supone un faltante
Si bien no existe nada de malo en adornar con ideas románticas el concepto del amor en pareja, pues incluso puede llegar a ser enriquecedor, el problema se da cuando no encuentras a ese “amor” en ninguna parte, lo que puede llegar a generar un sentimiento contrario de depresión y tristeza.
En este sentido el filósofo argentino señala que “el amor supone un faltante y la búsqueda de ese faltante”, por ello uno de los principales problemas de esta idea de la “media naranja” surge del amor a uno mismo, pues en realidad no se busca una persona igual a nosotros sino alguien que nos complemente y que sea hasta cierto punto diferente.
Por ello para Darío Sztajnszrajber la idea de la “media naranja” debe ser reconstruida para tener claro que se parte del amor a uno mismo y sobre todo que no existe un solo “amor de la vida”, pues es una realidad que no hay una única persona con la que podamos ser felices en una relación de pareja, sino muchas, pues los hechos “ideales” solo habitan en el mundo de las ideas, pero no en la realidad.
En este sentido se debe tener claro que una relación amorosa puede ser maravillosa, pero por más hermosa que sea, es susceptible a terminar lo que no depende del destino ni de fuerzas del “universo”, sino de la incapacidad o dificultad de adoptar con madurez la relación.
SSB