¿Te imaginas dormir como un astronauta? Pues eso ahora es posible gracias a la marca Tempur Sealy, cuya tecnología fue pensada para los viajeros del espacio. Desarrollada por científicos de la NASA, actualmente matiene el certificado de la Agencia Espacial norteamericana.
Pero esta tecnología no es nueva, fue desarrollada a mediados de los años setenta. En aquel entonces, su objetivo era reducir la presión que sufrían los astronautas durante el lanzamiento de las naves espaciales a causa de la fuerza de gravedad. Pasaron 40 años para que los materiales se desarrollaran pensando en el descanso de la gente.
En una entrevista concedida a Grupo Fórmula, Carlos García, gerente de una de las siete tiendas Tempur Pedic en México, explicó que sus colchones se adaptan al peso, forma y temperatura de cada persona, además de que la superficie del colchón es capaz de permanecer fresca en cualquier entorno.
La almohada también cuenta...
Muchas personas creen que tener un buen colchón garantiza un buen descanso, pero lo que muchos desconocen es que también la almohada es un factor importante para poder descansar, misma que da una alineación entre la cabeza el cuello y la columna vertebral, para ello inventaron las almohadas.
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El objetivo de una buena almohada no solo dar un buen soporte a la cabeza para dormir, sino darle una buena postura a la columna de manera que se relajen los músculos y puedan favorecer un buen descanso, y una buena respiración.
Escoger es sumamente difícil, ya se tienen que tomar en cuenta los hábitos de sueño, la complexión física que tengas, es decir, tu altura y peso, y por supuesto, saber el tipo de colchón que tienes, y la postura en la que normalmente duermes.
¿Qué tan grande debe ser mi almohada? La anchura de tu almohada, de acuerdo con la complexión de tu cuerpo, no debe superar la de tus hombros, sin embargo, la altura y su grosor, dependerá de la postura en la que acostumbres dormir.
¿Cuál es el mejor relleno? Las almohadas más comunes tienen dentro plumas de ganso o de pato, que a pesar de ser muy blandas y deformarse, siempre vuelven a su punto inicial. Pero en la actualidad hay más variedades: sintético, látex y espuma.
Las sintéticas son de fibra poliéster, que transpira muy bien; el látex puede ser sintético, de origen natural o mezcla de ambos, mismo que ofrece un buen soporte en la cabeza; por su parte, las almohadas de espuma son de poliuretano y tienen un "efecto memoria", que mantiene la forma de la cabeza y el cuello aunque cambies de postura.
nvg