Columna invitada

Te prohíbo, te prohíbo, pero no te prohíbo

Tras los hechos de violencia registrados en el palenque de la Feria del Caballo en Texcoco, Estado de México, donde las autoridades municipales

Te prohíbo, te prohíbo, pero no te prohíbo
Facundo Rosas / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Nunca como antes el tema de los narcocorridos había puesto en aprietos semánticos a los gobiernos federal, estatal y municipal al mismo tiempo.

Tras los hechos de violencia registrados en el palenque de la Feria del Caballo en Texcoco, Estado de México, donde las autoridades municipales tácitamente prohibieron interpretar este género musical, la presidenta de la República salió a defender su postura de no prohibir algo que pudiera afectar su imagen conciliadora y de estadista.

Para ello y fiel a su estilo, dejó de hablar en primera persona del singular para hacerlo en tercera persona, enfatizando que sería absurdo prohibir los narcocorridos, ya que lo que se busca es generar una conciencia social en la que se opte por no escuchar canciones y ver series de televisión que hagan apología de la violencia, de grupos delictivos y a la misoginia.

Al respecto, bien haría en volver unos pasos atrás y reclamarle al propagandista del ex presidente López Obrador, quien lucró con las series en las que se ensalza la vida de los narcotraficantes, entre ellas “El señor de los cielos”.

Sin embargo, en la medida en que esta narrativa no aclaraba su postura en torno a la prohibición, pasó a la primera persona del plural, es decir pasó del yo como jefa de Estado y de gobierno al nosotros, que podría abarcar desde los integrantes de su gabinete hasta todos los mexicanos que votaron por ella.

En este sentido declaró: “nosotros lo que tenemos que ir construyendo es esta conciencia colectiva de que no es una opción de vida para los jóvenes y que no tiene que hacerse apología de un grupo delictivo que se dedica a la venta de droga o a otra acción ilegal y que se vincula con la violencia”.

Agregó que nosotros no prohibimos, vamos con un tema formativo, educativo en favor de la paz. Lo que no dijo es que a la gente le gusta escuchar aquello que refleja la realidad que vive todos los días y esa es la que tendría que cambiar en los hechos, no solo en el discurso.

No obstante terminó aceptando que hay municipios que han decidido prohibir y que más allá de que resuelva o no el problema, se abre una “buena discusión” sobre este tipo de música, tratando de no contradecir a los presidentes municipales y gobernadores ya que en su mayoría son emanados de Morena.

Para ahondar en esta serie de contradicciones, el día de ayer el gobernador de Michoacán anunció que en breve firmará un decreto para prohibir los narcocorridos o canciones que hagan apología del delito, que no se trata de una sanción penal sino una medida de carácter administrativo consistente en negar el permiso, cancelar el concierto o imponer multas, aunque todo parece indicar que se trata de un acto de censura.

Misma postura asumió el municipio de Metepec, Estado de México, al comunicar a la empresa que organiza la Feria de San Isidro (3-18 de mayo), que tras recibir un oficio de la Secretaría General de Gobierno de la entidad mexiquense, queda prohibido que cantantes o grupos que hagan apología del delito actúen en dicho evento.

Por su parte el gobierno del estado de Querétaro se sumó a este tipo de iniciativas y adelantó que en su demarcación también prohibirá que cantantes o grupos musicales interpreten temas vinculados a la violencia que genera el narcotráfico.

Total que mientras la discusión planteada por la presidenta de la República cobra forma, la prohibición de facto ya causó los primeros estragos en la gente que con todo derecho ha decidido pagar por un boleto para ver y escuchar a su cantante o grupo favorito interpretando narcocorridos, pero además no le interesan las canciones que hablen de paz porque esta no existe.

Cuestión de darse una vuelta por las calles de los pueblos y colonias, viajar en el transporte público y acudir a las fiestas patronales de diversas ciudades del país para cerciorarse de lo que la gente está oyendo, pero sin el despliegue de seguridad que siempre la acompaña y sin avisar que acudirá a tal o cual lugar, ya que eso impide percatarse de la realidad que vive el país.

POR FACUNDO ROSAS R. 

EX COMISIONADO GENERAL DE LA POLICÍA FEDERAL 

@FACROSAS

MAAZ

 

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