A más de tres semanas del horror descubierto en el Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, nos enfrentamos a una realidad desgarradora. El hallazgo de un centro de adiestramiento y crematorio clandestino, ha abierto una herida profunda en el corazón de México. Es una tragedia que nos golpea a todos y que nos obliga a exigir justicia.
Teuchitlán es la prueba más cruda del fracaso absoluto de la política de "abrazos, no balazos". Es el resultado de una estrategia basada en la indiferencia y la negligencia, de un gobierno que protege a quienes debería combatir y que ignora a quienes debería proteger.
Si el PAN fuera gobierno, la realidad sería muy distinta. Estaríamos al lado de las familias de las víctimas, escuchando sus voces, apoyando a las madres buscadoras con todos los recursos del Estado y garantizando que la ciudadanía tuviera acceso a la verdad con total transparencia. Eso es lo que un gobierno responsable y comprometido debe hacer.
Pero, ¿cuál es la realidad hoy? Un gobierno que evade responsabilidades y que sigue culpando al pasado por la violencia descontrolada, a pesar de llevar seis años en el poder. Un gobierno que ha permitido que el crimen organizado crezca hasta niveles insostenibles con su pasividad cómplice. Las cifras son escalofriantes: más de 150 mil homicidios y 200 mil desaparecidos. Un país sumido en el miedo y el dolor mientras el oficialismo prefiere celebrar en el Zócalo y victimizarse con teorías de conspiración digitales en lugar de rendir cuentas.
Lo sucedido en Teuchitlán no es un caso aislado. Es un símbolo de la crisis de seguridad en la que vivimos. Por todas las víctimas, por los jóvenes desaparecidos, por aquellos que ya no pueden alzar la voz, exigimos justicia y acción inmediata.
Desde hoy, comenzaremos a contar los días que sigan transcurriendo sin que las madres buscadoras sean recibidas en Palacio Nacional. No aceptamos excusas. No aceptamos el silencio. No aceptamos la impunidad.
Y que no nos digan que en Acción Nacional solo sabemos criticar. Hemos respaldado todas las leyes en materia de seguridad que este gobierno ha solicitado, dándole las herramientas necesarias para actuar. Pero no podemos hacer el trabajo de quienes tienen la obligación de proteger a México y han decidido no hacerlo.
Por eso, impulsaremos la creación de una Comisión de Investigación con expertos internacionales en la Cámara de Diputados y el Senado, para esclarecer la verdad de Teuchitlán y de tantas otras tragedias silenciadas. Hace más de una década, se creó una comisión para investigar el caso Ayotzinapa. Hoy exigimos lo mismo: la verdad. Si la mayoría legislativa se opone, estarán demostrando una incongruencia histórica.
Exigimos que la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) rompa su silencio, ya que, al mantenerlo, únicamente demuestra complicidad. Debe pronunciarse sobre un caso que ha estremecido a la nación. No podemos seguir normalizando la violencia ni permitir que lo sucedido en Teuchitlán quede impune. Es fundamental esclarecer los hechos para evitar que se repitan. Es imprescindible poner fin a esta ola de terror que afecta a México
Las familias mexicanas cuentan con nosotros. Y nosotros, desde Acción Nacional, reafirmamos nuestro compromiso de luchar por la verdad, por la justicia y por la seguridad de nuestro país. El miedo no es opción. México merece vivir en paz.
#JusticiaYa.
POR MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO
Secretaria de Asuntos Internacionales del CEN del PAN y Presidenta de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA).
MAAZ