Columna invitada

La brecha de género en la Inteligencia Artificial

Usamos Internet para prácticamente cualquier cosa, desde trabajar, hasta aprender, sin mencionar que con él nos divertimos. Al mismo tiempo

La brecha de género en la Inteligencia Artificial
María Elena Orantes López / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Usamos Internet para prácticamente cualquier cosa, desde trabajar, hasta aprender, sin mencionar que con él nos divertimos. Al mismo tiempo, utilizamos aparatos electrónicos y máquinas porque facilitan y simplifican nuestra vida, pero el grado de interdependencia con la tecnología que hemos alcanzado es tan importante que, especialistas como Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial, consideran que las barreras de lo físico, lo digital y lo biológico se están difuminando. En ese sentido, la Inteligencia Artificial, aunque incipiente, es la tecnología que está detrás de esa transformación vertiginosa y debido a su importancia, muchas potencias se pelean por liderar su desarrollo, pero dentro de este proceso, vale la pena preguntarse cuál es el papel que representan las mujeres.

Antes de contestar mi pregunta es importante saber que la ciencia ha sido capaz de implantar los procesos cognitivos humanos dentro del cerebro de las máquinas; ahora pueden memorizar, aprender, planificar y hasta crear juicios estratégicos, además de desarrollar un lenguaje y comunicarse entre sí. De tal suerte, la Inteligencia Artificial (IA) es la capacidad de las máquinas para aprender y resolver problemas con base en el aprendizaje de sus propios errores y aciertos, sin la intervención humana y de manera autónoma.

No obstante, para realizar todo lo anterior, la IA utiliza algoritmos que son programados por los humanos, pero esta programación puede contener sesgos de género porque reproducen los patrones y estereotipos sociales de sus programadores. En 2021, el Berkeley Haas Center for Equity, Gender and Leadership realizó un estudio con datos desde 1988 en el que analizó 133 sistemas de IA, y encontró que el 44%, es decir, 59 sistemas, contenían datos sesgados.

Para ejemplificar este problema, la artista turca Beyza Doguç, en entrevista con ONU Mujeres, comentó que le pidió a una IA escribir una novela de un médico y una enfermera; la IA otorgó el rol del médico al hombre y el rol de la enfermera a la mujer, y aunque le dio más instrucciones para alterar el género a las profesiones, la IA continuó eligiendo roles estereotípicos. Según la entrevistada, al preguntar a la IA por qué respondía así, ésta explicó que era debido a su programación.

Por esa razón, las mujeres deben tener un rol participativo en la generación de la IA con el fin de romper la brecha de género. Es importante que aporten algoritmos libres de representaciones erróneas y que reflejen la inclusión y la diversidad social. Asimismo, el hecho de que aumente su participación en el desarrollo de esta tecnología, implica contar con una amplia matrícula de mujeres que estudien áreas STEM, un sector en el que tradicionalmente los hombres han sido mayoría.

POR MTRA. MARÍA ELENA ORANTES

CÓNSUL GENERAL DE MÉXICO EN HOUSTON, EMPRESARIA MEXICANA Y PRESIDENTA INTERNACIONAL DE 50+1 

@NENAORANTES

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