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Julio Menchaca y el negocio de la migración

El mensaje desde Palacio Nacional fue claro: los gobiernos estatales no pueden lavarse las manos ni aprovechar la crisis

Julio Menchaca y el negocio de la migración
Sofía García / República H / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Siempre hay quienes ven en las crisis una oportunidad para llenar sus arcas. Y entre los gobernadores que ya están haciendo cuentas con la calculadora ajena, destaca Julio Menchaca, en Hidalgo. A través del Congreso local, dejó ver que “no hay presupuesto” para recibir a los migrantes hidalguenses que están siendo deportados de Estados Unidos.

La presidenta de la Comisión de Población y Migración en Hidalgo, Johana Montcerrat Hernández Pérez, no tardó en hacerle segunda, advirtiendo que se necesita “un recurso extraordinario” para enfrentar la situación.

Y aunque no dieron a conocer el monto, lo que sí quedó claro es que la narrativa de la escasez ya está sobre la mesa y, con ella, el pretexto perfecto para buscar más deuda pública a costa de los paisanos que fueron expulsados de sus propios estados por las carencias y condiciones en las que vivían.

Pero si no hay presupuesto, ¿por qué no recortar en otro lado? ¿O sólo hay dinero cuando se trata de negocios de amigos? Porque cuando se trata de obras millonarias, la chequera estatal siempre está abierta. Pero para los migrantes, que regresan después de años de sostener la economía del país con sus remesas, la respuesta es: no hay dinero.

El mensaje desde Palacio Nacional fue claro, los gobiernos estatales no pueden “lavarse las manos” ni aprovecharse de la crisis. La Federación está cubriendo la parte social con programas de apoyo, pero los estados deben asumir su responsabilidad. No basta con albergues; se necesitan empleos, acceso a la salud, vivienda y educación para quienes regresan con sus familias.

Los gobernadores de entidades con un largo historial de expulsiones ahora enfrentan la factura de décadas de abandono y falta de oportunidades. Es su responsabilidad generar condiciones de arraigo, no seguir apostando a que la gente se vaya para aliviar la presión económica local.

Mientras los empresarios ya pusieron sobre la mesa 50 mil empleos para repatriados, según anunció la presidenta Claudia Sheinbaum, los gobiernos estatales siguen con la “mano extendida”. Y entonces, ¿dónde están los planes de desarrollo locales?

¿Cuánto presupuesto real han destinado para la reinserción de quienes regresan?

El reto no es contener la crisis, sino resolverla. Y esta vez, los gobernadores no podrán esconderse detrás de la falta de recursos para seguir “pateando” el problema. Sobre todo, deberán generar las condiciones que eviten que la gente vuelva a salir de la entidad y arriesgue su vida.

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EN CORTO: Que Adán Augusto López tenía todo listo para denunciar a Ricardo Monreal ante la FGR por presuntos malos manejos de recursos desde la Jucopo del Senado cuando era coordinador de Morena.

Pero algo pasó en el camino, porque de un día para otro se le olvidaron las denuncias y ahora aparece muy sonriente en fotos junto al zacatecano. ¿Qué compromisos habrán cerrado para que el discurso anticorrupción quedara en el olvido? ¿Será que le recordaron a Adán Augusto algunos pendientes o simplemente la política mexicana sigue demostrando que aquí todo se negocia, hasta la impunidad? 

Nos vemos a las 8 por el 8.

POR SOFÍA GARCÍA

COLABORADORA

@SOFIGARCIAMX

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