Me jaló del brazo el chofer del camión turístico. Se percató que venía con mis hijos. Con español perfecto me dijo: “¿oye hermano, pasamos por la calle de los zombis, no hay problema?” –“Yo soy de Puebla, pero tengo la obligación como paisano de advertírtelo. Hay muchos mexicanos que se ‘sacan de onda’”.
“Perdón, no te entiendo”, le respondí. “Sí, es que en el tour por Chicago incluye ver a los drogadictos que se reúnen en una zona muy amplia de la ciudad -abundó-. Hay gente que se pone muy nerviosa”, me dijo cuando ya estaba mi familia sentada con audífonos colocados.
Le pregunté si era peligroso, y me dijo que no. Que solo hablara con la señora y los chavos. Así lo hice. Les advertí que veríamos a gente intoxicada por las drogas.
Vimos por las ventanillas las maravillas arquitectónicas, los rascacielos, las colonias donde se concentró la mafia, el edificio que alberga al Skydeck, el Millennium Park, Magnificente Mile y escuchamos la historia de esa maravillosa y moderna ciudad.
De pronto, dijo el guía en el micrófono -palabras más, palabras menos-, “ahora serán testigos de lo más oscuro de la humanidad, el museo viviente de los drogadictos”.
El Big Bus recorrió una calle kilométrica donde pudimos observar a centenas de zombis. Estatuas vivientes. Personas en situación de calle, pero también oficinistas bien vestidos, chicas hermosas, jóvenes bien parecidos, con la mirada perdida.
Ese día aprendí y constaté que el fentanilo causa rigidez muscular en la pared torácica, lo que llaman los especialistas tórax leñoso. También la droga paraliza el cuello y las extremidades.
Después del impresionante paseo, mis hijos me hicieron múltiples preguntas, y les propuse que en el almuerzo veríamos por internet en el teléfono, todo sobre esta epidemia en los Estados Unidos.
Descubrimos que el fentanilo es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Mata al año a 300 mil estadounidenses por sobredosis, pero ha convertido adictos a millones.
Desde hace 60 años, el fentanilo se emplea en la medicina como un potente y eficaz anestésico. Es también un medicamento fabuloso para tratar dolores agudos derivados del cáncer, neurópatas y accidentes graves.
Si la pruebas un día y no consumes, tu sistema nervioso central acusa la falta de estímulo con síntomas incómodos. Para no sentir escalofríos, insomnio, vómitos, diarrea, dolores musculares y de huesos, más fentanilo.
Cuidado: pueden ser pastillas, inyecciones, polvos, dulces, gotas, gomitas, o decenas de formas. Debemos hablar con nuestros hijos, si no queremos que caigan en las garras de los zombies.
COLOFÓN:
*Kevin Alonso N, alías El 200, por fin fue detenido tras intensos operativos en Culiacán.
*El operador y jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán, hijo de “El Chapo” era el encargado de comprar armas para el Cártel de Sinaloa.
*También se encargaba de imponer castigos a miembros de la organización criminal.
POR GUSTAVO RENTERÍA
COLABORADOR
gustavo@gusartelecom.com.mx
X: @GustavoRenteria
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