Nuestro país enfrenta hoy una disputa ideológica que rebasa lo político y se extiende hasta lo humanitario. La disputa gira en torno al orgullo de ser mexicanos y honrar nuestras raíces, o una visión que resta importancia y llega a menospreciar lo que nos da identidad como nación.
En los últimos días, la opinión pública se ha volcado a debatirse entre quienes defienden que la inmigración mexicana enriquece culturalmente a Estados Unidos y quienes declaran que, el que Donald Trump no quiera anexar a México como un estado más, es una forma más de desprecio nacional.
Pero esta vez quien gane la narrativa definirá la legitimidad internacional que tengan las políticas migratorias del país más poderoso del mundo, con la capacidad de impactar en millones de personas.
México vive un momento crucial que exige que estemos a la altura de su grandeza, defendiendo con firmeza nuestra soberanía nacional. No sólo se trata de proteger nuestras decisiones y territorio, sino de garantizar la dignidad de un pueblo que ha luchado incansablemente por su justicia y libertad.
En Morena hemos asumido con orgullo la responsabilidad de defender lo que somos, porque nuestro nombre es una declaración de principios: representar con dignidad al pueblo mexicano y honrar nuestras raíces. Ser mexicanos es un compromiso con la historia y el país que soñamos y estamos construyendo.
No se trata solo de una postura política: las y los trabajadores mexicanos son indispensables para la economía estadounidense. Cuatro de cada 10 trabajadores migrantes son mexicanos, y en sectores clave como el agropecuario, la construcción y los servicios, representan una proporción significativa de la fuerza laboral.
El año pasado, en 2024, las remesas sumaron 65 mil 015 millones de dólares, representando más de 4 por ciento del PIB de México, pero esta suma solo significa 20 por ciento del total de recursos que las y los mexicanos derraman en Estados Unidos. La deportación masiva de migrantes tendría un impacto negativo tanto en la economía estadounidense como en la mexicana.
El Peterson Institute for International Economics advierte que, si las deportaciones alcanzan a 1.3 millones de trabajadores, el PIB de Estados Unidos podría reducirse hasta en un punto porcentual cada año.
Frente a las amenazas del presidente Trump, de reanudar el programa Quédate en México, el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum ha sido claro, firme, inteligente y con profundo amor por el pueblo, ha defendido nuestra soberanía y ha puesto en marcha la estrategia México te abraza, un programa que ofrece apoyo integral a los migrantes deportados, garantizándoles acceso a programas de bienestar, salud y transporte a sus comunidades de origen.
Hoy más que nunca debemos reafirmar nuestra identidad y nuestra soberanía.
Somos una nación libre, fuerte y unida que lucha, sobre todas las cosas, por el bienestar y la dignidad de su gente.
México te abraza es un símbolo de nuestra unidad humanitaria, un compromiso con nuestra nación y con el respeto por quienes, desde el extranjero, siguen siendo parte de nuestra historia.
POR CAMILA MARTÍNEZ GUTIÉRREZ
Secretaria de Comunicación, Difusión y Propaganda de Morena
@SoyCamMartinez
MAAZ
