La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó un informe de los primeros 100 días de su gestión al frente del Gobierno de México.
El informe enumera acciones y logros, pero también enfatiza el proyecto que inició en 2018, destaca nuevos acentos y toma posición sobre los grandes temas de coyuntura.
Para empezar, la Presidenta sitúa el significado de su gobierno en una perspectiva histórica: es parte de una nueva era que inició en 2018.
En efecto, así como de 1982 a 2018 se condujo al país bajo la visión neoliberal, que significó privatizar los bienes de la nación, empresas públicas y servicios sociales, desmantelando derechos, con las consecuencias de empobrecimiento y desigualdad, bajos salarios y desempleo.
Así, también a partir del 2018 comenzó un nuevo ciclo, de reconstrucción y construcción de nuevos derechos sociales, mirando hacia la consolidación de un Estado de bienestar que eleve los ingresos de los trabajadores, amplíe el empleo y fortalezca la educación y la salud, sobre la base de una economía productiva apoyada con grandes obras de inversión pública.
Esto explica porqué continúan programas como pensión de adultos mayores y personas con discapacidad, jóvenes construyendo el futuro, becas Benito Juárez para estudiantes de bachillerato, IMSS-Bienestar, La Clínica Es Nuestra y otros; así como los aumentos al salario mínimo por arriba de la inflación y las obras ferroviarias.
Pero la Presidenta ha puesto también su acento. Hay continuidad, pero también progresividad. Se mantienen los programas iniciados en 2018, pero se agregan otros nuevos.
Las obras del Presidente Andrés Manuel López Obrador se conservan y se agregan los proyectos de Claudia Sheinbaum.
Entre las cosas nuevas, tenemos el propósito de crear 300 mil nuevos lugares en la educación superior, extender las becas de bienestar para niñas y niños a las secundarias de todo el país, construir masivamente vivienda de interés social, un énfasis especial en la salud preventiva visitando las casas, más investigación científica y apoyos económicos para las mujeres.
En estos 100 días se han cristalizado importantes reformas que instituyen nuevos derechos en materia de aumento al salario mínimo por arriba de la inflación, comunidades y pueblos indígenas y afrodescendientes; vivienda popular en renta a bajo costo, igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, recuperación de las empresas públicas y protección de los animales, entre otras.
Y finalmente, para que quedé claro: ahora el Poder político en México se encuentra en Palacio Nacional. En la época de Ernesto Zedillo y los otros Presidentes neoliberales, los asuntos de México se decidían en Washington, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Ahora México se coordina, colabora, pero no se subordina.
POR MARTÍ BATRES GUADARRAMA
DIRECTOR GENERAL DEL ISSSTE
@MARTIBATRES
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