Era demasiado buena para ser verdad. La promesa de que toda la salida de empresas estadounidenses de China implicaría una colosal relocalización de esas fábricas en México se escuchaba muy bien. Era un escenario de ensueño. Sin embargo, la colección de desatinos del gobierno para capturar esa tendencia, y la aprobación de la reforma al Poder Judicial, permiten comprender la siguiente fase del nearshoring: la despedida.
Hace un par de años la Secretaria del Tesoro de EUA Janet Yellen definió el friendshoring como la colaboración con países que muestran “un fuerte apego a un conjunto de normas y valores acerca del funcionamiento operativo de la economía global así como del funcionamiento del sistema económico”.
¿A qué se refiere? A los pesos y contrapesos; y al respeto irrestricto a la propiedad privada, las libertades y el imperio de la Ley. El nearshoring se nos va. Es lo que se desprende de las declaraciones del Embajador Ken Salazar y del presidente de la American Society, Larry Rubin, quien aseguró a la agencia EFE que han decidido no anunciar en su Convención Binacional una gran inversión estadounidense para México debido al análisis del impacto de la reforma.
El año pasado Morgan Stanley publicó un documento que señalaba que, para comprender el nearshoring en México, habría que saber la existencia de dos grupos: (1) las empresas que ya están invertidas aquí y que continuarán reinvirtiendo utilidades; y (2) las compañías que no conocen México, que están saliendo de China, y que necesitan ser seducidas para destinar su inversión aquí.
Del último grupo podemos despedirnos. Y al primer tendremos que dividirlo en dos: (A) las compañías que no soportarán la incertidumbre creada por la reforma al Poder Judicial y preferirán dejar de invertir; y (B) las empresas que tienen la resistencia suficiente para soportar sentencias judiciales adversas e injustas, provenientes de un Poder Judicial capturado por el Ejecutivo.
No sabemos de qué dimensión serán estos conjuntos. Lo que sí sabemos es que existe una avalancha de empresas estadounidenses evaluando si su negocio en el país es sostenible con la reforma al Poder Judicial. Y eso, en otras palabras, implica prácticamente despedirnos del nearshoring. Ante ello, si Claudia Sheinbaum revierte esta gigantesca incertidumbre en el arranque de su sexenio, sería algo verdaderamente milagroso.
BBVA
A pesar de la reforma al Poder Judicial, hay optimistas. BBVA, que encabeza Eduardo Osuna, inauguró su nueva oficina de representación para empresas en Houston. Quiere atraer inversiones de 65 empresas a México en su primer año. Las apoyarán con “trámites y requisitos”. Quizá también los tendrán que apoyar judicialmente… Se seleccionó a Texas porque ese estado importó Dlls. $142 mil millones en bienes desde México en 2023.
POR: CARLOS MOTA
WHATSAPP: 56-1164-9060
TIKTOK: @SOYCARLOSMOTA
MAAZ