Todos los recursos de Morena están enfocados en obtener la mayoría calificada de la Cámara de Diputados en la próxima legislatura, y si el escenario no se modifica, también estarán a solo dos lugares de obtenerla en el Senado de la República. Durante las últimas semanas, no han faltado analistas que hablen del tema; unos defendiendo el derecho de Morena de contar con una mayoría artificial y otros tantos acusándolos de querer sobre representarse ilegalmente.
Por increíble que parezca, es posible decir que ambas visiones tienen la razón, el problema radica en que tanto unos como otros, solo interpretan la ley en el sentido de su conveniencia. Después de la última elección, las posiciones se han radicalizado aún más. Para fortuna de la mayoría, la decisión de quien tiene la razón recaerá en el Tribunal Electoral de la Federación; el órgano judicial autónomo con el que todavía podemos contar los electores mexicanos.
Son los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral Federal quienes tienen la última palabra para resolver este conflicto, sus resoluciones son inapelables y no existe otra instancia a la cual se pueda recurrir, en las manos de sus 7 integrantes está el futuro de nuestro país. Los magistrados están frente a un dilema de difícil resolución; interpretar el sentido de la legislación electoral o simplemente aplicar sus preceptos de la forma más literal posible.
En cualquiera de los dos supuestos el Tribunal estaría cumpliendo con su función, y es aquí donde a cualquiera de las visiones en conflicto puede asistirles la verdad. Morena tiene razón, es completamente legal que se le asignen a los integrantes de su coalición el numero de diputados plurinominales que pretenden. Sus detractores tienen la razón, la mayoría calificada que pretenden es producto de una sobre representación artificial.
En resumen, es completamente legal la pretensión de Morena pero puede no ser legítima, al querer obtener una mayoría calificada que los electores no les dieron en las urnas de forma directa, se puede estar contraviniendo el sentido de la ley. En todo caso, estamos hablando de un problema de interpretación y no de legalidad, es ahí donde los opositores de la 4T han fallado en su mayoría, pues al querer denostar a su adversario esgrimen argumentos sin sustancia.
Morena está usando la ley a su favor pero no por ello la está violando, si la ley es imperfecta debió cambiarse cuando se pudo, la oposición tuvo muchas oportunidades para hacerlo pero las dejó pasar también por su conveniencia. Cabe recordar que los mayores cambios a la legislación electoral se realizaron después de las elecciones presidenciales como una respuesta a las fallas e inequidad en los procesos, lamentablemente, parece que esta vez no será lo mismo.
Las cosas han cambiado, después de cada proceso electoral existía una oposición unida por intereses en común, el principal de ellos, hacerle frente al poder del nuevo gobernante, contaban con un discurso coherente que les garantizaba seguir contando con apoyo popular. Después del 2 de junio la oposición está fracturada, sin rumbo y sin una agenda propia que les garantice conservar a sus votantes, bajo estas circunstancias, poco podrán influir en lo que viene.
La decisión de la calificación de la elección presidencial y de la asignación de los diputados plurinominales solo recaerá en los magistrados electorales y en su soledad. Por el bien de todos, que encuentren la iluminación para decidir lo mejor para México.
POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR
COLABORADOR
@HSERRANOAZAMAR
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