Carlos Alcaraz es posiblemente el mejor tenista de la historia. ¿Por qué lo digo? Porque a diferencia de los que han figurado destacadamente en el deporte blanco, él ha perfeccionado diversas técnicas. Es decir, el joven tenista equivale a tres portentos en uno; tres jugadores, y de los mejores, en tres técnicas. Parte de su proeza y del reto para los contrincantes es precisamente el que no se sabe cuál de esos “tres” tenistas jugará determinado día…
Pero cuando digo que es tres jugadores en uno, también me refiero a que es el tenista más joven que ha ganado un Grand Slam en tres superficies diferentes.
Ha sido una larga trayectoria la que llevó a Alcaraz a ser doble campeón de Wimbledon. Extraño que yo escriba la palabra “larga” cuando el tenista apenas cumplió 21 años, mas me refiero a lo que puede llamarse “de calidad” en el deporte español.
Santana fue el primer español en ganar Wimbledon en el lejano 1966. Tuvieron que pasar 28 años para que Conchita Martínez lo consiguiera en 1994, seguida de Rafa Nadal en el 2008 y luego en el 2010; Garbiñe Muguruza en el 2017 y ahora Alcaraz en el 2023 y este 2024. La calidad de los tenistas españoles va mejorando...
Actualmente “Carlitos” —como le dicen cariñosamente— ocupa la segunda posición del ranking ATP, es campeón de Wimbledon y de Roland Garros. En el 2018 se hizo tenista profesional (antes era juvenil) y en el 2021 entró al top 100 del ranking ATP. Ese mismo año ganó su primer ATP Tour; el Open de Croacia, seguido en el 2022 por el Open de Río y primer ATP Tour Masters 1000, con el Open de Miami. En septiembre de 2023 obtuvo su primer Grand Slam al ganar el Open de Estados Unidos. Con ello logró ser el número uno del ranking mundial ATP, el más joven de la historia (tenía en ese momento 19 años de edad).
Es, junto al gran Roger Federer, el tenista que ha gando sus cuatro primeras finales de Grand Slam (Australia, Roland Garros, Wimbledon, Open de Estados Unidos) y detrás de Rafa Nadal, el segundo jugador español con mejor palmarés individual en Grand Slams. Con una ventaja: Alcaraz tiene muchos años de juego por delante y Rafa ya no.
España ha estado de plácemes sin duda; el mismo domingo se llevaron a casa el torneo de Wimbledon y la Eurocopa de futbol. Como país ha invertido de manera correcta en el deporte y esto ha rendido frutos. Es de las políticas de Estado motivo de orgullo nacional y que el gobierno tiene clara no importando su ideología. La inversión que se ha hecho, el enfoque que se ha seguido y la búsqueda que se ha propuesto el país como un todo al incrementar el número de deportistas de alto rendimiento es un objetivo inamovible, lo que no por ello deja de ser perfectible.
Basta echarse un pequeño clavado a los estudios y reportajes serios que hay en el internet al respecto para darse cuenta que el Estado español y distintas e importantes asociaciones no escatiman para poder participar en las diversas justas internacionales. Ojo, dicho apoyo es para los mejores; se da al mérito, no a los amigos y tampoco se les deja a su suerte por cuestiones de austeridad.
Y se obtienen resultados. Mientras a nuestro país lo eliminaron en la primera ronda de la Copa América,
España se llevó la Eurocopa midiéndose con gigantes como Alemania (en su casa) o Inglaterra.
México puede tener jugadores como Alcaraz, pero debe tener una política pública que vaya más allá de los cambios de gobierno (y conste que no estoy señalando exclusivamente a la 4t), son inversiones de muchos años.
Lo que es más, en ocasiones tiene a esos jugadores pero nadie los menciona ni los aplaude. Santiago González y Giuliana Olmos llegaron a la final de dobles mixtos de Wimbledon, mas la noticia pasó desapercibida para autoridades mexicanas y medios. No se lograba desde 1976 cuando Raúl Ramírez ganó en dobles (antes lo lograron Antonio Palafox y Raúl Osuna en 1963, y Osuna con el estadounidense Ralston en 1960).
Tres en Raya
España ganó la Eurocopa, se precia de *tener los mejores equipos de soccer, donde jugadores de todo el mundo sueñan en ir a jugar. Ahora Mbappé lo reitera; llegó al Real Madrid, diciendo que con ello: “soy un chico muy feliz”.
-En las olimpiadas tendremos la dicha de ver en dobles jugar a Alcaraz con Nadal, imperdible. ¡Ocho días y contando!
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
COLABORADORA
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
MAAZ
