El próximo arribo de la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo a la Presidencia de la República, supone un gran reto para el INFONAVIT y una gran oportunidad para el Sector de los Trabajadores que lo integra.
Ello es así, porque como candidata en campaña formuló en no pocas ocasiones su propósito de financiar o ejecutar un millón anual de viviendas o soluciones habitacionales, el compromiso de atender las necesidades de vivienda en renta de familias jóvenes y de abatir sustancialmente el cuantioso saldo de escrituración pendiente, en el país y en el propio organismo.
El Sector de los Trabajadores del INFONAVIT piensa que es perfectamente posible que nuestro organismo contribuya con no menos de quinientas mil unidades habitacionales a esta meta, sea mediante el Programa Operativo Anual que ha venido rondando las doscientas cincuenta mil unidades, a las que bien podrían sumarse otras tantas, mediante una eficaz gestión de los programas de colocación de vivienda recuperada -de precio accesible a derechohabiencia de menores ingresos-, y las edificadas por cuenta propia.
En esta línea (incluso ya prevista en la Ley Orgánica), la ex Jefa de Gobierno cuenta con la experiencia de edificación de vivienda social en la Ciudad de México, así como de la estrategia de regeneración urbana y vivienda incluyente en corredores con potencial para una densificación armoniosa y sustentable.
Aparte del inmenso beneficio social que ello generaría, significa una cuantiosa derrama económica que hará mucho bien en un año de fuertes restricciones fiscales.
El caso de vivienda para renta merece un tratamiento cuidadoso y a nuestro parecer, puede ser resuelto a nivel de nuestras reglas de otorgamiento de crédito, precisamente para no ponerle límites constitucionales a tanto detalle como se requeriría para darle seguridad jurídica a las operaciones de este tipo.
Decíamos también que la próxima administración supone una gran oportunidad para las y los trabajadores derechohabientes, porque las estrategias de desarrollo regional y relocalización de inversiones que plantean la futura Presidenta y sus equipos tienen claro que la provisión de vivienda de calidad, habitable y accesible en todas aquellas zonas, corredores estratégicos y polos de desarrollo que se propone impulsar es una condición tan importante como la dotación de infraestructura energética, hídrica, logística y de comunicaciones.
Y con ello, es indispensable que se formule una política viable, eficaz y prudente de gestión del suelo, empezando por un programa piloto de adquisición de reservas territoriales en ciudades estratégicas para el desarrollo nacional.
La estrategia de prosperidad compartida, central en la visión de gobierno de la Doctora Sheinbaum Pardo, supone un modelo de seguridad social soportado en trabajo decente, salario digno, pensión justa, salud oportuna y vivienda adecuada, donde el tripartismo es la fórmula probada para el diseño de las políticas públicas más justas.
Los grandes proyectos de vivienda obrera pueden ser, además, espacios para territorializar nuevos programas de bienestar social que mucho contribuirían a una estrategia de gobernabilidad y reforzamiento de nuestro tejido social.
Tal es el espíritu del documento de visión El Infonavit que Queremos las y los Trabajadores que se ha integrado en consenso con las principales organizaciones sindicales del país. Estamos prestos a dialogarlo.
POR MTRO. MARIO MACÍAS ROBLES
DIRECTOR SECTORIAL DE LOS TRABAJADORES DEL INFONAVIT
@MARIOMACIASROBL_
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