Columna invitada

Clara Brugada: hacia una nueva política urbana para enfrentar las desigualdades

La historia personal y política de Clara Brugada está entrelazada con la experiencia de San Miguel Teotongo

Clara Brugada: hacia una nueva política urbana para enfrentar las desigualdades
María Silvia Emanuelli / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

La historia personal y política de Clara Brugada está entrelazada con la experiencia de San Miguel Teotongo, en la Alcaldía Itzapalapa, que es sinónimo de perseverancia en la búsqueda de concreción de los derechos de la población urbana empobrecida.

Esta experiencia, cuyo origen se remonta a 1970, es la historia de hombre y mujeres que al trasladarse a la ciudad de zonas rurales e indígenas del país, gracias al esfuerzo sostenido y la creatividad colectiva, han logrado no sólo construir viviendas para 60 mil personas, sino también desarrollar un barrio a partir del diagnóstico y la planeación participativas que hoy cuenta con espacios verdes, proyectos de agricultura urbana y una serie de procesos vivos y atentos a las nuevas necesidades de la población. Se trata de un rincón de la ciudad hecho a la medida de sus habitantes.

La Clara Brugada alcaldesa ha trasladado y amplificado la experiencia del barrio en el cual sigue viviendo a algunos de los proyectos más simbólicos y premiados de su última administración. Las Utopías (Unidades de Transformación y Organización para la Inclusión y la Armonía Social) son 12 grandes espacios públicos con equipamiento que surgen al tomar en cuenta algunas de las necesidades más sentidas de la población de las diferentes edades que viven en la alcaldía más poblada de México, en relación con poder contar con lugares adecuados (y de primer nivel) para el deporte, la cultura y el aprendizaje, el esparcimiento y el ocio, la reunión, el control de distintos padecimientos y el cuidado personal.

A donde, además, se ofrecen una serie de servicios e infraestructura pensados para aliviar la carga de trabajo de las mujeres en la vivienda y en los cuidados de las infancias y personas a su cargo y garantizarle descanso y calidad en el tiempo libre. Se trata de espacios de bienestar integral, gratuitos, sustentables, diversos, innovadores, feministas y bellos.

A eso se suma una apuesta importante por mejorar la movilidad de las personas a través del cablebús, un medio de transporte que presenta además, una serie de beneficios en términos ambientales, y avanzar en la seguridad de las mujeres garantizando km de caminos seguros y muy iluminados para poder transitar con libertad incluso de noche.

Al analizar el impacto de todas estas a acciones y su programa de gobierno, queda muy claro que cuando Clara Brugada habla de un desarrollo urbano que permita hacer ciudad y poner en el centro a las personas, se está refiriendo a construir una nueva política urbana que confronta las desigualdades que sufrimos con siempre mayor intensidad a causa del predominio de modelos urbanos determinados por los intereses económicos.

Esta apuesta, ya ensayada a partir de hechos bien concretos, pone a la Ciudad de México a dialogar a tú por tú con las propuestas provenientes de gobiernos progresistas municipales que se han desarrollado en varias regiones del mundo y que han sido impulsados en buena medida, por la movilización social urbana y los grupos organizados.

La intención es la de construir una ciudad que esté enfocada a satisfacer el interés común, que avance en mejorar todos los días las condiciones de la población más vulnerable pero no sólo, y que lo haga a partir de esfuerzos ampliamente participativos. La apuesta no es sencilla, pero es vital.

El primer paso deberá ser, como lo ha mencionado la propia candidata, el de retomar el ejercicio de planeación que la ciudad necesita, a través de órganos democráticamente elegidos, así como establece la Constitución, y a ejercicios altamente participativos que interesen a la gran diversidad de población que vive y transita cada día por esta ciudad.

En este marco, las propuestas en materia de suelo que Clara Brugada ha mencionado en su programa y en diferentes espacios, son medulares. Es imposible garantizar que pare la expulsión de la población más vulnerable de la ciudad y la construcción un número importante vivienda adecuada cuyo precio se adecue el nivel de ingreso de la población (vivienda para el bienestar como la define la candidata), sin plantear un debate y propuestas alrededor del suelo sobre el cual se va a construir considerando que su precio también ha crecido muy por arriba de los salarios y que puede llegar a impactar hasta en un 30% el precio de las viviendas.

Pero además está planteando una serie de opciones flexibles y diversas en materia de vivienda (renta con opción a compra, comodato, vivienda colectiva, etc.) para poder satisfacer las necesidades de una población tan diversa como es la que vive en la capital del país.

Clara Brugada nos ofrece una ciudad alegre, diversa, feminista, en la cual todxs disfrutemos habitar, y sus apuestas previas tanto en el ámbito privado como a partir de sus acciones de gobierno, nos permiten imaginar que lo logrará.

POR MARÍA SILVIA EMANUELLI

COLABORADORA

@SILVIMEX

MAAZ

 

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