Malos modos

Infonavit construye

El Doctor Patán ha logrado superar, otra vez, su escepticismo. Sí: dudé en algún momento de la capacidad del Infonavit para construir casas, un poco porque la 4T sigue

Infonavit construye
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

El Doctor Patán ha logrado superar, otra vez, su escepticismo. Sí: dudé en algún momento de la capacidad del Infonavit para construir casas, un poco porque la 4T sigue en el proceso de ajustar los asuntos prácticos y otro poco porque mi Octavio Romero, compañero entrañable y lleno de honestidad, esa virtud tan del movimiento, no tuvo tiempo de concluir su curva de aprendizaje en Pemex, con los resultados a la vista, lo que podría llevar pensar que lo de levantar casas también se le puede complicar.

Sin embargo, el Tavo no está solo. La 4T, aparte del triunfo del amor, como he dicho antes, es el triunfo de lo colectivo sobre lo individual. Así que el éxito está garantizado.

Pongo un ejemplo imaginario, sí, pero altamente probable. Luego de un compás de duda, Tavo empuña el teléfono y:

–Tío Octavio, cuánto tiempo. Qué gusto.
–Cómo estás, Andy. Me da gusto escucharte, mijo. Oye, tengo que levantar 1200 casas en Zumpango. Me siento medio perdido.
Luego de tranquilizarlo, Andy empuña a su vez el Iphone de última generación y:
–Bro, necesito tabicón para 1200 casas. En chinga.
–Uy, tabicón no tengo. Pero podemos mover piedra de la que usamos para el tren. Yo digo que si la amacizas con cemento sí aguanta.
–Va. Pero sí tiene que estar la semana que viene. Mi tío tiene que arrancar ya.
–No sabía que era tu tío.
–Le decimos así de cariño. Todos los tabasqueños somos como familia. No sabes qué bonitas eran las reuniones de los domingos. Lo único es que Adán Augusto a huevo se ponía a recitar a un poeta de allá, según esto muy conocido.
–Cuenta con la piedra.
–Y el cemento, hermano. ¿Cómo sino?
–A huevo. Ya si se cae la casa es otro pedo. ¡Jajajaja! –apuntaría, porque la Cuarta Transformación es también el triunfo del humor, para rematar: Tenemos festival de la charrería el domingo. Caele. Me mandé hacer un traje súper cabrón. Lleva el escudo nacional en plata, completo, en la espalda.
–Ya estás. Te llevo unas de Blú Léivel.

Y como la piedra y el cemento, el tío puede contar, a la cortísima distancia de una llamada, aquí su doctor se los firma, con material para las ventanas (“General, ¿sobró cancelería del AIFA?”), tierra para el aplanado de los pisos o “luminarias” para todos los fraccionamientos del Bienestar.

Las comillas vienen a cuento porque la luminaria, en esta acepción, a su doctor le parece una palabra horrenda que sin embargo se niega a caer en desuso. Pero no me quiero desviar. El punto es que, a pesar de mi escepticismo inicial, estoy convencido de que la calidad de las viviendas del nuevo Infonavit, con su añadido de austeridad republicana por supuesto, está garantizada.

Mi consejo, casi el único, sería que toda la información sobre las adquisiciones para que esas casas se materialicen quede clasificada hasta 2045. No debemos darle armas al enemigo.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ

 

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