En un entorno donde el comercio exterior se posiciona en México como un pilar de la economía nacional, llaman la atención los recientes datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que revelan una caída del 3.65% en la recaudación de impuestos en las aduanas durante 2024. Recordemos que las aduanas aportan más del 70% del IVA que se recauda a nivel nacional y que además están llamadas a aumentar los ingresos para el país, a fin de evitar una reforma fiscal.
Lo más curioso es que he leído varias opiniones que señalan como responsables de esta baja a los militares que administran hoy las aduanas y los puertos nacionales, argumentando que ellos se enfocan más en las cuestiones de seguridad (como el CBP de los Estados Unidos) y descuidan la parte fiscal. Lo primero que debo decir es que esta baja en la recaudación aduanera es multifacético, pero lejos está de la verdad el que las fuerzas armadas sean responsables de este hecho.
El tema puede explicarse en gran medida por dos factores centrales: el impacto del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y la apreciación del peso frente al dólar. Ambos elementos tienen implicaciones importantes para la política fiscal y la competitividad económica del país.
El T-MEC, en vigor desde julio de 2020, ha consolidado la integración comercial entre México y Estados Unidos, promoviendo un entorno de comercio libre de barreras arancelarias para la mayoría de los productos. Esto, aunque positivo para las exportaciones y las inversiones, tiene un efecto directo sobre los ingresos aduaneros, y más hoy que somos el principal socio comercial de Estados Unidos.
¿Por qué reduce los ingresos por recaudación? Con la eliminación progresiva de aranceles en productos clave, como automóviles, electrónicos y bienes agrícolas, las aduanas mexicanas pierden ingresos por conceptos impositivos que antes eran significativos. Y al aumentar el intercambio con nuestros socios del T-MEC, México pierde “negocio” con otros mercados externos que sí están sujetos a tarifas más altas, lo que por supuesto disminuye las contribuciones arancelarias.
En 2024, las exportaciones e importaciones entre México y Estados Unidos han crecido de manera significativa, pero este incremento no se traduce proporcionalmente en recaudación fiscal debido a los beneficios arancelarios del T-MEC. Esto pone en relieve cómo un mayor comercio no siempre genera más ingresos tributarios para el gobierno.
Además, en las cifras presentadas, tenemos el impacto de un peso fortalecido. La apreciación del peso frente al dólar en los últimos años ha alterado las dinámicas del comercio exterior y la recaudación en aduanas. Durante 2024, el tipo de cambio se ha mantenido en niveles históricamente bajos, lo que ha tenido repercusiones tanto en las importaciones como en la valoración de los bienes.
Un peso más fuerte reduce el valor en pesos de las mercancías importadas, lo que disminuye la base imponible para el cálculo del IVA. Este efecto es más evidente en bienes de alto valor, como maquinaria y equipo industrial. Y aunque un peso fuerte incentiva la importación de bienes, no compensa el impacto en la base gravable de los impuestos aduaneros.
En septiembre de 2024, el peso mexicano se mantuvo como una de las monedas más estables y apreciadas en comparación con el dólar. Este fenómeno, si bien favorable para la economía interna y la inversión extranjera, complica los objetivos fiscales relacionados con el comercio exterior.
La caída de la recaudación aduanera en México ilustra cómo las dinámicas del comercio exterior, aunque beneficien la integración económica y la competitividad, pueden generar tensiones en las finanzas públicas. Tanto el T-MEC como la apreciación del peso son factores estructurales que requieren una respuesta coordinada entre las políticas comercial y fiscal del país.
Sin duda alguna, México debe avanzar hacia una estrategia que no solo promueva el comercio internacional, sino que también garantice ingresos fiscales sostenibles para apoyar el desarrollo económico.
En este contexto, la transformación de las aduanas que ha iniciado bajo el liderazgo del Dr. André Foullon en la ANAM, con la colaboración de la iniciativa privada será fundamental para lograr los planes fiscales de la Dra. Claudia Sheinbaum sin tener que recurrir a una cirugía de corazón abierto con una reforma fiscal integral. De ese tamaño la importancia que tienen hoy las aduanas para nuestro país.
POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA AMBROSI
EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR
@ignaquiz
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