Desde afuera

Trump, México y la Espada de Damocles

El republicano tiene una ventana de dos años para desarrollar sus planes, sean legislativos o de medidas prácticas, a través de "órdenes ejecutivas"

Trump, México y la Espada de Damocles
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

El triunfo electoral de Donald Trump y sus primeros nombramientos apuntan a que los próximos dos años van a ser harto complicados para la relación entre Estados Unidos y México.

Ciertamente, sería erróneo tratar de predecir el futuro, pero lo cierto es que Trump puede alegar un mandato para presionar económicamente a que México "colabore" a asegurar sus fronteras frente a la llegada de inmigrantes, limite su comercio con China, endurezca su lucha interna con los cárteles del narcotráfico y los traficantes de personas.

El problema va más allá: el gobierno Trump es el de una derecha empoderada, con pocos contrapesos, si acaso, y en la que al menos en apariencia México tiene pocos aliados.

Trump tiene una ventana de dos años para desarrollar sus planes, sean legislativos o de medidas prácticas, a través de "órdenes ejecutivas" (equivalente a decreto presidencial) y alinear a la burocracia federal. Por lo que se sabe, Trump tiene y busca colaboradores "de línea dura" en departamentos clave, como los de Estado, de Justicia, de Defensa, de Seguridad Nacional, de Comercio, y probablemente otros niveles. De los nombres conocidos, ninguno puede ser considerado ya no amigo, sino neutral hacia México.

Los dos primeros designados fueron Stephen Miller y Thomas Homan, elementos de línea dura en temas migratorios, a puestos donde tendrán una influencia considerable. La gobernadora de Dakota del Sur, la mataperros Kristi Noem, se hará cargo del Departamento de Seguridad Nacional y con él, de inmigración y seguridad fronteriza. En el Departamento de Estado se espera la nominación del senador Marco Rubio, cubano-estadounidense de Florida, anticomunista y adversario a ultranza de los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Crítico del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Mike Waltz es el favorito para Consejero de Seguridad Nacional. Un exmiembro de las fuerzas especiales que propuso ya en su momento el uso de fuerzas militares para atacar a los carteles de la droga, incluso en México.

Trump es conocido por su tendencia a negociar desde posiciones de fuerza, y sus designaciones apuntan a que espera hacerlo así no solo con México, sino con muchos otros gobiernos. Pero México, para bien o para mal, es el "chivo expiatorio" histórico de la derecha estadounidense, que le considera como "el bajo vientre blando" de su país y responsable ahora de temas como el paso de migrantes indocumentados, narcotráfico y recientemente, ruta para que China de la vuelta a prohibiciones comerciales.

Los efectos que las interacciones pudieran tener en los contactos bilaterales, serán vistos a partir de las tesis antiinmigrantes y proteccionistas del próximo gobierno de EU. La expectativa es que serán dos años accidentados, en los cuales el gobierno mexicano negociará con el equivalente económico de la "espada de Damocles" sobre su cabeza y será objeto de presiones a todo lo largo y ancho de la relación.  

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS   

COLABORADOR    

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                                

@CARRENOJOSE

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