Columna invitada

La educación es un derecho para el segundo piso de la 4T, no un privilegio

Se abre la posibilidad de por lo menos 330 mil nuevos lugares en educación superior

La educación es un derecho para el segundo piso de la 4T, no un privilegio
Diana López Zurita / Columna invitada / El Heraldo de México Foto: Especial

Martha Nussbaum en su libro “Crear capacidades: Propuesta para el desarrollo humano” advirtió que “durante mucho tiempo, los economistas, los diseñadores de políticas y los funcionarios especializados en el ámbito de los problemas de las naciones más pobres del mundo contaron una historia que distorsionaba la experiencia humana real. Sus modelos dominantes se amparaban en la idea de que la calidad de vida de un país mejoraba cuando (y sólo cuando) se incrementaba su producto interior bruto (PIB)”.

De manera coincidente, la presidenta Claudia Sheinbaum, en la Mañanera del Pueblo del 23 de octubre de 2024, señaló que “durante años, se cerraron los espacios para las universidades públicas, fue parte del modelo neoliberal que no consideraba a la educación como un derecho, sino como un privilegio; es decir, sólo aquellos que pasaban un examen de admisión tenían la

posibilidad de estudiar”. El modelo educativo en el segundo piso de la 4T va más allá de este privilegio, pues, abre la posibilidad de por lo menos 330 mil nuevos lugares en instituciones públicas y gratuitas de educación superior para México.

Por ejemplo, para la Universidad Rosario Castellanos la meta son 150 mil nuevos lugares en 30 nuevas sedes, contemplando así una matrícula de 206 mil estudiantes. Para la Universidad de la Salud, la meta son 25 mil nuevos lugares en 10 nuevas sedes, por tanto, su matrícula será de 29 mil estudiantes. Las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, ofrecerán 40 mil nuevos lugares, albergando así 110 mil estudiantes en total, en cincuenta nuevas sedes.

El Tecnológico Nacional de México originalmente proyectaba una meta de 55 mil nuevos espacios, en realidad brindará 85 mil nuevos lugares, por lo cual su matrícula será de 660 mil. Finalmente, para el IPN, se prevén 30 mil nuevos lugares con lo cual su matrícula será de 246 mil. Un dato sobresaliente es que, tanto la Universidad Rosario Castellanos como la de Universidad de la Salud, serán universidades de carácter nacional.

La educación es fundamental para la movilidad social, es una herramienta en contra de los enclaves neoliberales que llenaron de rezago social a la población mexicana. La educación permite la posibilidad de un pensamiento más crítico, y crea las bases para un desarrollo científico, social, cultural, político y económico. Si aspiramos a una dignidad humana, se requiere que la educación, además de ser un derecho, sea una posibilidad de vida para cualquier mexicana y mexicano, no un privilegio.

Retomando ideas de la doctora Claudia Sheinbaum, la educación no debe ser más un “embudo” que cierre el acceso a una calidad de vida a las familias mexicanas. A modo de cierre de estas ideas, baste recordar lo que dijo Albert Einstein: “ante la vida cotidiana no es necesario reflexionar demasiado: estamos para los demás. Ante todo, para aquellos de cuya sonrisa y bienestar depende nuestra felicidad; pero también para tantos desconocidos”. La educación en México debe ser una política inclusiva enfocada en el bienestar social, no un privilegio.

POR DIANA LÓPEZ ZURITA

COLABORADORA

MAAZ

 

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