Hace pocos días el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, presentó en el parlamento ucraniano y frente a sus aliados de la Unión Europea y de la OTAN el Plan de la Victoria.
En la propuesta que plantea finalizar la guerra en 2025, se contempla invitar a Ucrania a la OTAN, fortalecer la defensa ucraniana permitiendo el uso de armamento occidental de largo alcance en el territorio ruso, desplegar un paquete de disuasión no nuclear en Ucrania, desarrollar recursos y potencial económico ucraniano con Estados Unidos y Unión Europea, y estacionar fuerzas armadas ucranianas en Europa en sustitución de tropas estadounidenses.
Los aliados de Ucrania que recibieron adicionalmente tres anexos secretos adjuntos al Plan, han sido cautelosos en sus reacciones, lo cual no debería sorprender, especialmente en lo que se refiere a la OTAN. La organización reconoce que el futuro de Ucrania está ahí y el país se encuentra en un camino irreversible a la Alianza, pero considera que la invitación llegará cuando los aliados estén de acuerdo al respecto y se cumplan ciertas condiciones.
Hasta hace poco se pensaba que era imposible que Ucrania pudiera convertirse en parte de la organización, dado que su membresía podría activar el art. 5 del Tratado del Atlántico Norte y llevar a una guerra con Rusia. Hoy la idea de Ucrania en la OTAN está cada vez más presente en el imaginario tanto de la organización como de sus países miembros.
Se están contemplando diferentes escenarios para integrar a un país con conflicto armado en su territorio, y como lo manifestó incluso el anterior Secretario General, Jens Stoltenberg, la historia de la Alianza proporciona ejemplo de la Alemania dividida durante la Guerra Fría, con la República Federal de Alemania en la OTAN desde 1955, que podrían servir de inspiración.
El futuro de Ucrania se juega actualmente en las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Hoy los Demócratas parecen más dispuestos que los Republicanos a evaluar la idea de la ampliación de la OTAN a Ucrania, aunque todo eso podría modificarse en función del comportamiento de Rusia. Al final, si aparece la voluntad política entre los principales actores, se encontrarán los mecanismos para que Ucrania sea parte de la OTAN.
Por lo pronto, es Rusia quien se mostró más preocupada por el Plan de Victoria, informando inmediatamente que Ucrania en la OTAN era totalmente inaceptable. Nos podemos imaginar que se hablará sobre el Plan de Zelenski en los pasillos de la reunión de los BRICS que inicia este martes en la ciudad rusa de Kazán, con Putin como anfitrión.
Los debates sobre cómo construir instituciones financieras independientes del Occidente o cooperar con los países interesados en ser miembros de esta plataforma sin que los fundadores pierdan el protagonismo, se mezclará con las conversaciones sobre la guerra. Por cierto, no todos los invitados apoyan la estrategia rusa en Ucrania y algunos buscarán probablemente oportunidades para tratar el tema.
POR BEATA WOJNA
PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES
TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@BEATAWOJNA
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