Aparentemente en estos tiempos de la creciente inteligencia artificial nadie va a poder detener a las cámaras en el beisbol.
Recordemos los escándalos por “espionaje” (a las señales de los rivales) los cuales derivaron en sanciones primeramente a los Medias Rojas de Boston y a los Yankees de Nueva York y de manera posterior a los Astros de Houston en lo que se pudo ver como un “mega escándalo”.
Fueron años nada lejanos y era desde entonces bien sabido como varios involucrados decían en corto algo así como: “no hombre, si realmente sancionaran por uso de cámaras para ver (robar) señales del rival, nos tendrían a todos los 30 equipos en esa lista”.
Incluso, se hablaba de un escuadrón tecnológico de empleados directos del Comisionado Rob Manfred, especializados en detectar las posibles micro cámaras incrustadas en cualquier parte del estadio o del terreno de juego en sí.
Revisaban hasta el muro digamos “periférico” de los jardines para ver si encontraban algún elemento tecnológico entendido como apto para captar video, caray, no es una película de espías, es en pleno Siglo XXI.
Pareciera un esfuerzo estéril pues hoy es una enorme preocupación en el beisbol si los lanzadores están “anunciando” su lanzamiento a realizar con cierto movimiento de la mano, la muñeca, la manera como se perfilan desde la lomita.
Si establecemos una analogía, precisamente era una defensa que intentaban los equipos mencionados al argumentar como los lanzadores podían variar cierto movimiento corporal para realizar una pichada en especial como por ejemplo el letal slider. Claramente ese intento de defensa podría implicar como se ayudaron para analizar esos movimientos… con video.
Mencionamos un slider como aquel que le prendió José Altuve en plena Serie de Campeonato a un sorprendido Aroldis Chapman… la “pichada del colapso” o el origen de algo que se quedó solo en eso.
Hoy es tal el nerviosismo de los látigos ligamayoristas, que están evitando en lo posible todo el movimiento del windup (la preparación) para ir directo al lanzamiento -como cuando hay corredores en base- tratando de mantener las manos lo más pegadas al cuerpo con el mínimo movimiento posible. Vuelvan ustedes a leer esto recién descrito y parece IMPOSIBLE ejecutar una pichada de altísimo nivel con tanta restricción.
Referimos el tema de la I.A. y precisamente ahora los mismos coaches de pitcheo hacen casi las veces de los llamados hackers éticos con pleno uso de los “ciber sistemas” y así son quienes revisan esas fallas de sus mismos lanzadores (!!) para ver si están, perdonen la expresión, “enseñando de más”.
Abundan ejemplos de cómo los serpentineros están cambiando su movimiento desde el hombro o ya el lanzamiento en sí, para evitar cualquier “anuncio” de cual pichada es, lo cierto es que el pitcheo –con este tema y con el reloj entre lanzamientos– ya se está viendo como el gran afectado del 2023 en el beisbol de las Grandes Ligas.
POR ALEJANDRO AGUERREBERE
COLABORADOR
@Alejou
LSN
