En el mundo del entretenimiento y la apuesta, el Gobierno de México ha dado un giro que impactará profundamente en el sector de los casinos.
El 16 de noviembre, el Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó un decreto que introduce cambios significativos en el reglamento de la Ley de Juegos y Sorteos, modificaciones que ya generaron inquietud y especulaciones entre los permisionarios y operadores de casinos en el país.
Bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, estos cambios representan un quiebre en la dinámica del sector.
El decreto prohíbe la instalación de máquinas tragamonedas nuevas y establece un límite de 15 años para la duración de los permisos existentes.
Además, no se otorgarán nuevos permisos, lo que arroja una sombra de incertidumbre sobre el futuro de una industria que, sin duda, contribuye de manera significativa a la economía mexicana.
La Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta en México (AIEJA), encabezada por Miguel Ángel Ochoa, expresó en días recientes su preocupación ante estos cambios.
Según sus estimaciones, el impacto fiscal es sustancial, ya que se prevé que la próxima administración federal podría dejar de percibir hasta 12 mil millones de pesos al año en impuestos generados por estas empresas.
Además, este hecho plantea la preocupación de una disminución considerable en los ingresos fiscales estatales, estimados en alrededor de dos mil 500 millones de pesos anuales para las entidades federativas donde operan, según las cifras de la asociación.
Por otro lado, la AIEJA advierte que con las modificaciones propuestas, se anticipa la pérdida de al menos la mitad de los empleos directos e indirectos que esta industria generará en los próximos seis años.
En caso de mantenerse este nuevo Reglamento, el impacto económico no se limitaría únicamente a los impuestos y empleos; también afectaría la importación de máquinas tragamonedas. Estas máquinas, que actualmente pagan un arancel de 15 por ciento, dejarán de contribuir a los ingresos por su importación con la prohibición de su instalación.
El futuro de los casinos en México es incierto, y la preocupación se centra no solo en las pérdidas fiscales, sino también en el riesgo de un aumento en el juego clandestino e ilegal, lo que socavaría aún más los ingresos de la Hacienda Pública y fortalecería estructuras del crimen organizado.
En este contexto, es fundamental que las autoridades consideren minuciosamente el impacto de estas medidas y busquen soluciones que equilibren las preocupaciones económicas y sociales en juego.
El sector de los casinos en México, en su búsqueda de adaptación, enfrenta un capítulo crucial en su historia, uno que requerirá un análisis cuidadoso y una toma de decisiones fundamentadas.
Pero no todo es negativo. En efecto, los autores de este Decreto han reiterado que el espíritu de estas modificaciones es obligar a los interesados en general y los integrantes del Poder Legislativo en particular, a trabajar una nueva iniciativa de Ley, con el afán de modernizar el marco jurídico vigente -que data de 1947- para permitir el crecimiento ordenado y sostenido de la Industria del Juego en nuestro país.
SIGUE LA SOLIDARIDAD
Así como su ampliación al AIFA no para, el apoyo del Tren Suburbano a los damnificados en Acapulco por el huracán Otis tampoco. Dirigido por Enrique Navarro, colaboradores y usuarios de este medio de transporte público donaron artículos de primera necesidad, los cuales ya fueron entregados a la Cruz Roja, a través del centro de acopio instalado en la Estación Buenavista, uno de los puntos de la ciudad con más afluencia de personas, sede del Tren Suburbano.
POR: JAIME NÚÑEZ
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@JANUPI
EEZ
