Recientemente el ejército de Israel informó que intensificará sus bombardeos aéreos sobre el territorio de la Franja de Gaza e incrementará su fuerza para entrar por cielo, mar y tierra, acciones que evidencían una guerra desigual contra Palestina, donde más de 1.4 millones de personas han sido desplazadas, ocasionando una crisis humanitaria de grandes magnitudes.
Tan sólo en 20 días que lleva este conflicto se registran más de 1,400 víctimas en Israel por el ataque de Hamás, ocurrido el pasado 7 de octubre y, aunque la población palestina es ajena a las decisiones políticas de este grupo terrorista, en la Franja de Gaza van más de 5,800 muertos, de los cuales el 40% son niños, por los bombardeos de Israel.
Nada justifica los ataques terroristas de Hamás en contra de la población de Israel, al igual que el extremismo israelí de bombardear hospitales y escuelas, así como de bloquear la ayuda humanitaria y de suspender las visas a las autoridades de la ONU, justamente la institución que en 1948 decretó la conformación del Estado de Israel y ahora le niegan la entrada a dicho pais, pues todas estas acciones son actos inhumanos y reprobables.
Este es uno de los conflictos más antiguos del mundo, y luego de haber ocupado Cisjordania y la Franja de Gaza hace más de 50 años, Israel ha sido denunciado por Human Rights Watch en repetidas ocasiones por las violaciones de los derechos humanos, represión y discriminación de la población palestina.
Incluso, de acuerdo al organismo internacional, la ocupación de Palestina está marcada por “cinco categorías de graves violaciones de las normas internacionales de derechos humanos y del derecho internacional humanitario tales como: ejecuciones ilegales, desplazamiento forzado, detenciones abusivas, cierre de la Franja de Gaza” y otras restricciones injustificadas en detrimento de la población palestina.
Todo ello es muy delicado y cada quien tendrá su punto de vista, pero igual de preocupante es el papel que están jugando algunos países, que sin tomar en cuenta los llamados de la ONU, se pronuncian en favor de Israel, entorpeciendo más los intentos de paz en la zona.
Lo irónico de todo es que en el marco de la Semana del Desarme, que se lleva a cabo del 24 al 30 de octubre en el mundo, el conflicto en Medio Oriente cumplió 75 años y desde entonces las guerras y tensiones en la región son constantes y cada vez más países se suman al llamado de pacificación de la región y, principalmente, al rechazo de la política bélica de Israel en contra de un país que ha sufrido los estragos de esta nación que lejos de serle fiel a sus creencias, hacen todo lo posible por desaparecer los orígenes de un pueblo que resiste ante el silencio cómplice de algunas potencias del mundo.
POR JULIO CÉSAR MORENO
@JULIOC_MORENO
DIPUTADO FEDERAL DE MORENA
MAAZ