Estamos viviendo un punto de inflexión —tal vez el más importante en los últimos 100 años— en la historia del automóvil, donde el desarrollo y la adopción de la tecnología para los vehículos eléctricos y de hidrógeno está cambiando el rumbo de la industria.
Se pueden identificar un conjunto de elementos que han coincidido para que esto suceda: políticas públicas más restrictivas para el control de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), importantes inversiones de las empresas productoras de vehículos que permitirán una mayor variedad de marcas y modelos en el mercado, así como una disminución en el costo de los vehículos debido principalmente a la reducción del precio de las baterías y, por último, la percepción del consumidor de que estos vehículos contribuyen a reducir su huella de carbono.
Varios países y regiones han hecho anuncios de fechas límite en las que permitirán la venta de vehículos de combustión interna para dar paso a los vehículos cero emisiones (ZEV).
Por ejemplo, nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, ha emprendido programas de restricción de emisiones y de incentivos económicos directos para la reconversión de plantas de manufactura automotriz para la producción de vehículos eléctricos y créditos fiscales en la compra de éstos, como puede observarse en las inversiones para el cambio climático y la energía limpia de la Ley para la Reducción de la Inflación de Estados Unidos.
O la reciente propuesta de regla, emitida por la Junta de Recursos del Aire de California, que requerirá que todos los autos nuevos vendidos en el estado para 2035 estén libres de emisiones de GEI, como el dióxido de carbono. Asimismo, propone que el 35% de los vehículos de pasajeros nuevos vendidos para 2026 produzcan cero emisiones.
Por su parte, el Gobierno de México se comprometió a contar para el año 2030 con un 50% de automóviles cero emisiones en nuestro país. Para ello, es necesario identificar los retos que esto implica, pues se estima abastecer al mercado doméstico con variedad de modelos y precios.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (IEA), en tan solo un año el tamaño de la flota global de vehículos eléctricos tanto a batería (BVE), como a celda de combustión (PHEV), se incrementó en poco más de seis millones de unidades. De esta forma, en 2021, el tamaño del parque vehicular mundial llegó a la cifra de 16.5 millones de unidades. Dicha cifra casi se triplicó en tan solo tres años.
China es el gran líder de los vehículos eléctricos. A pesar del rezago de Norteamérica en este mercado, se espera que la fabricación de estos tenga una tendencia al alza, para rebasar los 2 millones en 2024, en EUA, México y Canadá; para 2029, la cifra llegará a los 5 millones de vehículos eléctricos. La previsión de la Industria Nacional de Autopartes
es que, entre 2035 y 2040, el 50% de los automóviles que se fabriquen en la región será cero emisiones.
Lo que veremos en los próximos años es justamente este cambio tecnológico tan importante, no solamente en México, sino a nivel mundial. El T-MEC ha estrechado los vínculos entre los miembros para este tema. La iniciativa del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, “Build Back Better Plan”, propone brindar distintos incentivos en favor de la adopción de vehículos eléctricos, donde se incluyen a los dos miembros del tratado
(Canadá y México), por lo que la perspectiva hacia futuro es favorable.
El sector de autopartes mexicano es la columna vertebral para la fabricación de vehículos en México y toda Norteamérica. Por ello, consideramos a la industria de autopartes como una pieza clave en este ecosistema que permitirá cumplir los compromisos como región ante la creciente tendencia de vehículos cero emisiones.
POR FRANCISCO N. GONZÁLEZ
PRESIDENTE EJECUTIVO DE LA INDUSTRIA NACIONAL DE AUTOPARTES
PAL
