El Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte estrenó nueva primera ministra conservadora, Liz Truss, quien atestiguó la muerte de su soberana durante 70 años, Isabel II y el ascenso al trono de Carlos III.
Tras las muestras de solidaridad con los británicos y la Mancomunidad (Commonwealth) y la conclusión de las ceremonias fúnebres el próximo 19 de septiembre, surgen los interrogantes sobre el futuro del Reino Unido.
Primero, los retos internos: el llamado Brexit o salida de Reino Unido de la Unión Europea en 2016, fue un error del entonces primer ministro David Cameron. Una campaña manipuladora, encabezada por fantoches como Nigel Farage y Boris Johnson, rememorando las glorias del ya inexistente Imperio británico, con jóvenes que no fueron a votar porque nunca pensaron que el SÍ ganaría en el referéndum culminó en esa decisión.
Ironía, la actual primera ministra conservadora, militó de joven contra la monarquía y, posteriormente, contra el Brexit.
Ahora se dice convencida de ambos. Dicen que es de sabios cambiar de opinión. Por lo pronto, Liz Truss, llegó a ser primera ministra, no por el voto popular, sino tan sólo de los militantes conservadores.
Tendrá que enfrentar una inflación que podría llegar a 20 por ciento, altos costos de energía y alimentos, falta de mano de obra y la pérdida de popularidad del partido conservador.
A mediano plazo, el mayor reto, para el rey Carlos III y primer ministro en turno, será mantener unido al reino. Escocia celebró en 2014 un referéndum sobre su independencia. Los separatistas perdieron por 10 puntos. Pero fue antes del Brexit.
La mayoría de los escoceses querían permanecer en la UE. Estimo que otra consulta se llevará a cabo en el mediano plazo y en esta ocasión, la mayoría de los escoceses podrían votar a favor de su independencia.
En lo que toca a Irlanda del Norte, en las elecciones de este año, ganó por vez primera la mayoría de los escaños el partido Sinn Fein que ha tenido como objetivo la reunificación con la República de Irlanda.
Es factible prever la celebración de una consulta sobre el tema en los próximos años, en la que probablemente los católicos, que han crecido demográficamente más rápido que los protestantes, obtengan su anhelo de una sola república irlandesa.
En el plano internacional, el gobierno de la isla tiene frente a sí diferendos con la UE por el tema del comercio con Irlanda. Los costos del Brexit, como era de esperarse, han sido muy altos.
Isabel II era la jefa de Estado, no sólo del Reino Unido, sino de otros 14 países de la Mancomunidad, integrada por un total de 56 estados. Pero ya el entonces príncipe Carlos atestiguó la independencia de Barbados.
Es previsible que en los próximos años nuestros vecinos Belice y varios países caribeños, entre ellos Antigua y Barbuda, se conviertan en repúblicas.
POR MARTHA BÁRCENA COQUI
EMBAJADORA EMINENTE
MARTHA.BARCENA@ELHERALDODEMEXICO.COM
@MARTHA_BARCENA
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