Te propongo construir / un nuevo canal / sin esclusas / ni excusas / que comunique por fin / tu mirada atlántica / con mi natural pacífico; sentenciaba el poeta uruguayo, Mario Benedetti, al resumir en versos la magia de la ingeniería que logró por fin, el 15 de agosto de 1914, hacer que un barco que navegaba por el Océano Atlántico, se abriera paso en las aguas del Pacífico.
Pero antes de la creación del Canal de Panamá, inversionistas ingleses, norteamericanos y franceses exploraron la opción de realizar un cruce interoceánico por el Istmo de Tehuantepec en nuestro país. Para ser exactos, en 1875, pero fueron varios factores los que hicieron que la inversión de este proyecto se fuera al país centroamericano, pues el istmo de Panamá medía 50 millas de ancho, mientras que el de Tehuantepec en nuestro país tenía 134 millas entre el Golfo de México y el Océano Pacífico; el de Tehuantepec era terreno seco, mientras que el de Panamá, húmedo y pantanoso.
De hecho, la historia de abrir este paso por el Itsmo de Tehuantepec va mucho más atrás en el tiempo, la primera mención se hace por primera vez en la Cuarta Carta de Relación de Hernán Cortés. Después, en 1771, Bucareli ordena hacer estudios especiales en la zona. En 1808, Humboldt vuelve a tocar el tema y en 1814, Orbegozo hace una nueva exploración. Porfirio Díaz debatió el tema y acabó construyendo el Ferrocarril del Sureste, en 1903. Luego, Lázaro Cárdenas, Luis Echeverría, quien promovió un estudio sobre el Corredor Ferroviario del Istmo de Tehuantepec, José López Portillo y Ernesto Zedillo, trataron sin éxito de realizar el proyecto.
Parece ser que el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador será el primero en hacer realidad este corredor de aproximadamente 300 kilómetros en una de las zonas de mayor pobreza en el país. El Plan de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec se encuentra en el Plan Nacional de Desarrollo, en 2019 y se espera entre en operación a finales de 2024.
En general, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec constará de varios modos de transporte y una inversión de 8 mil millones de pesos, en parte para la rehabilitación de vías férreas para carga y pasajeros, la ampliación de la carretera Salina Cruz-Coatzacoalcos y la ampliación y modernización de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos y las refinerías de Salina Cruz y Minatitlán.
El Plan de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec incluye un proyecto de gasoducto para abastecer a las empresas y consumidores nacionales. Y a lo largo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec se crearán zonas económicas para atraer inversiones del sector privado y se garantizará el suministro de energía, agua, conectividad digital y otros insumos básicos para satisfacer las necesidades de las empresas y de la población trabajadora, según los planes del gobierno federal.
Los avances del proyecto fueron presentados, en el pasado Congreso Nacional de CAAAREM, por el Almirante Carlos Alberto Gómez Martínez, Director General de Fomento y Administración Portuaria de la Secretaría de Marina, quien afirmó que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec tiene entre sus principales metas alcanzar un movimiento ferroviario de 500 mil TEUs en sus primeros tres años.
Están en el proceso de rehabilitación de las líneas ferroviarias, en particular la línea Z, que es la que va de Salina Cruz hasta Medias Aguas, Coatzacoalcos y que recorre poco más de 300 kilómetros. Y también la línea FA, que es la que va de Medias Aguas hacia Palenque, y que unirá la red con el Tren Maya.
Las vías del proyecto existen, pero sus capacidades estaban limitadas a los 15 o 20 kilómetros, y ahora el objetivo es recorrer entre los 50 y 80 kilómetros para carga. La ruta comunicará a ambos puertos que cuentan con aduanas y crearán un corredor multimodal que incluye carretera.
El Desarrollo del Istmo de Tehuantepec (PDIT) busca atender el rezago económico y social reestableciendo el bienestar de la población de la región conformada por 79 municipios: 46 pertenecientes al Estado de Oaxaca y 33 al Estado de Veracruz.
Aclaró que el objetivo no es competir directamente con el Canal de Panamá, más bien es un proyecto que detonará la inversión y la productividad del sureste mexicano, haciéndonos más atractivos y competitivos en la logística mundial. Pudiendo ofrecer a los mercados mundiales la movilización de mercancías hacia la costa Este de Estados Unidos.
“La conclusión de este proyecto es de vital importancia para mejorar la conectividad y facilitar el comercio al interior y exterior del país y, impulsando el desarrollo sostenido y de largo plazo”, destacó el Almirante ante la presencia de los Agentes Aduanales. Esto es una deuda que se debe saldar con el sureste mexicano y la población más vulnerable que también tiene derecho a subirse al desarrollo que durante décadas ha brindado el comercio exterior al país.
POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA AMBROSI
EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR
@IGNAQUIZ
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