COLUMNA INVITADA

Vejez digna

Se estima que en 2030 sean 20 millones de mexicanos adultos mayores y en 2050 alcance los 34 millones

OPINIÓN

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Emilio Suárez Licona / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El mundo está enfrentando un fenómeno conocido como “invierno demográfico”, que de acuerdo con la Fundación de Microfinanzas de BBVA hace referencia al envejecimiento poblacional que se ha convertido en una problemática a nivel mundial en búsqueda de solución.

El Centro de Inclusión Financiera y Envejecimiento señala que en cada país o región existe una manera distinta de determinar los parámetros de edad para considerar que un adulto alcanzó la vejez. De acuerdo con el Inegi, en 2018 había 15.4 millones adultos mayores, de los cuales 54.6 por ciento eran mujeres y 46.4 por ciento eran hombres. Para 2030 esta cifra podría aumentar a 20 millones, y en 2050 alcanzará 34 millones de personas.

A pesar de la existencia de indicadores objetivos para identificar la vejez, no implica que todas las personas la transitan en igualdad de condiciones, atendiendo a su longevidad y trayectoria de vida. Considerando la edad, la falta de oportunidades laborales y la capacidad productiva, los adultos mayores son percibidos como un grupo vulnerable. Lo anterior los posiciona en desventaja con el resto de la población económicamente activa, debido a que los adultos mayores enfrentan limitaciones para ser acreedores de un crédito.

Al margen de la información crediticia comprendida en el buró de crédito, la mayoría de los rechazos crediticios se deben a la falta de ingresos o a la insuficiencia de garantías. De acuerdo con datos de la Condusef, una de cada tres personas que presentan una queja ante la institución son adultos mayores. Lo anterior, sumado a la baja productividad y a la informalidad laboral, traen como consecuencia un ciclo vicioso de pobreza y marginalidad que impacta la posibilidad de contar con recursos suficientes para tener un buen retiro. 

Con la llegada de la pandemia por Covid-19, los adultos mayores fueron uno de los sectores más afectados económicamente, ya que perdieron sus empleos y no están amparados por una pensión. Otros dependen de la pensión para su bienestar, cuyo monto es insuficiente para cubrir necesidades básicas. 

En este sentido, la Estrategia Regional de implementación para América Latina y el Caribe del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento señala que muchas personas de la tercera edad desean seguir siendo productivas, pero existen muchos estigmas que no les permiten continuar desarrollando proyectos y/o mantenerse económicamente activas. 

Existe una necesidad inminente de ir trazando un camino que le provea a los adultos mayores una amplia gama de facilidades y protección en términos financieros. En aras de alcanzar este objetivo, una posible herramienta efectiva, es la reducción respecto de la extensión del tiempo en el que permanecen las calificaciones negativas en el buró de crédito, teniendo una especial consideración por este sector vulnerable, para así poder garantizar una vejez digna.

POR EMILIO SUÁREZ LICONA
CONSULTOR Y PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD PANAMERICANA
@EMILIOSL

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