COLUMNA INVITADA

Nuevo León, la antesala de los cambios en el equilibrio ecológico

En la entidad, el agua ha escaseado de manera alarmante; lo que sí hay es carne, refrescos y cerveza

OPINIÓN

·
Luis Miguel Martínez / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

La crisis del agua en el estado de Nuevo León ha tomado a gran parte de la población por sorpresa, las presas están casi vacías y realmente no existe una solución inmediata ante esta problemática, sólo medidas de contención. Este último mes, los regiomontanos han enfrentado cambios drásticos que han alterado su ritmo y estilo de vida. Comenzaron por bajar la presión del agua y alternar los días en los que cada zona del estado no tendría agua. Por si fuera poco, la temperatura sigue estando por encima de los 32 grados centígrados la mayor parte del tiempo. Este último mes, las cosas han cambiado y son cada vez más inciertas y por momentos apocalípticas. Gran cantidad de colonias pasan más de una semana sin agua, esta situación ha sido un golpe de realidad duro para las y los neoloneses.

Por su parte, la escasez de agua purificada se ha visto en todas las tiendas de conveniencia y en los grandes supermercados. Por esta razón, la población ha comenzado a manifestarse bloqueando las avenidas más importantes de la ciudad.

A su vez, el pasado 16 de junio el gobernador de Nuevo León, Samuel García, transmitió en vivo a través de sus redes sociales la visita a un matadero de esa entidad en compañía del titular de Agua y Drenaje de Nuevo León y Protección Civil. Esta instalación contaba con al menos 3 pozos ilegales de donde robaban agua desde hace 30 o 40 años y a parte incumplían con los parámetros para descartar los desechos producidos en este sitio. Este matadero asesinaba a 600 vacas por día, cada uno de estos animales consume al menos 10 litros de agua diarios, es decir, 6 mil litros de agua potable al día. El Gobernador mencionó en este video que Nuevo León necesita 16 mil litros para restablecer el agua del estado. Tan sólo durante el mes de marzo, se utilizaron 3 millones de litros de agua en este matadero.

El gobernador mencionó en el mismo video, “ahora sí me voy a hacer vegano”. Poniendo el tema sobre la mesa y destacando una de las verdaderas causas que han originado la escasez del agua en aquel estado y en muchas zonas del país: el consumo de carne a gran escala. Pero el que profundizó más en esta situación fue el secretario de Medio Ambiente estatal, quien incluso ha destacado la importancia de cuestionar los hábitos de consumo de las personas y ha recordado a la población que se puede tomar acción a nivel individual sin esperar necesariamente que lo hagan las autoridades. El grado de sofisticación y conocimiento en la materia de este funcionario, ha llevado al gobierno neolonés a realizar cápsulas que sean transmitidas en los noticiarios donde se mencione a los alimentos como una manera de cuidar los recursos naturales, lo cual es una medida acertada en el camino hacia la sustentabilidad y mejor equilibrio ecológico.

Una revisión sistemática publicada en la organización Public Library of Science comparó una variedad de dietas comunes y sostenibles con el régimen alimenticio occidental promedio. Encontraron que los regímenes alimenticios a base de plantas utilizan la menor cantidad de agua y que hacer estos cambios podrían reducir el consumo de agua en un 50 por ciento. Ya que, para producir un kilogramo de carne de vacas se utilizan más de 15 mil litros de agua, mientras que, para generar un kilogramo de granos tan sólo se requieren 1 mil 500 litros de agua y para 1 kg de vegetales se utilizan poco más de 300 litros por kilogramo. Estas equivalencias nos dan un panorama más completo de cuál es la situación real con relación al curso que deberían tener las políticas públicas en materia alimentaria y ecológica en el país.

En Nuevo León, el agua ha escaseado de manera alarmante, de hecho en muchas partes del estado no hay, lo que sí hay, es carne, refrescos y cerveza. El problema es que la ganadería es uno de los mayores contribuyentes de las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación, la contaminación del agua y la contaminación del aire.  En otras palabras, la ganadería lejos de ayudar al medio ambiente, lo perjudica en el mediano y largo plazo en zonas donde los recursos naturales son limitados. De acuerdo con el Programa sobre el Futuro de la Alimentación de la Universidad de Oxford, adoptar una alimentación vegana puede reducir hasta el 73 por ciento el impacto ambiental de una persona hacia el planeta. Y si se toma en consideración lo que el Registro Público de Derechos de Agua de Conagua, refiere de los 2 mil 028 millones de metros cúbicos de agua que se consumen en Nuevo León anualmente, el 71 por ciento va destinado al sector agrícola. Estas cifras nos dicen que las cosas deben cambiar hacia un futuro inmediato por el bien del equilibrio ecológico nacional y el porvenir de los ciudadanos en este país. Construir una nueva cultura del balance nutricional en México ayudaría sustancialmente a mantener las finanzas del Estado en un balance positivo y le daría mayor permanencia a los componentes ecológicos con los que cuenta el país.

POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES
PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA (INAP)

CAR