Interactuar en el ciberespacio se ha convertido en un hecho de la vida cotidiana de millones de personas en todo el mundo. En enero de 2021, el porcentaje de personas usuarias de Internet aumentó un 4% con respecto al año anterior. Esto suma el 62,5 por ciento de la población mundial. Solamente en México, más de 70 por ciento de la población tiene acceso a Internet a través de algún dispositivo electrónico.
En este sentido, las conexiones trascienden fronteras, barreras culturales y políticas, y todas las personas nos encontramos en mismo espacio: el ciberespacio. Este lugar alberga nuevas formas de interacción y acceso al conocimiento. Wikipedia, la enciclopedia virtual más grande del mundo, cuenta con 1 777 932 artículos, anexos y categorías, mientras que cada día se crean 400 artículos nuevos, editados por cualquier persona en cualquier parte del mundo.
Esto nos convierte en agentes con capacidad de acción; tenemos la oportunidad crear, hacer y rehacer dentro de Internet, y no solamente atestiguar lo que sucede. Por otro lado, a través de las redes sociales, no solamente nos informamos de las noticias y sucesos más relevantes del momento, sino que opinamos y establecemos posturas que tienen un impacto real en el mundo. Estas son algunas de las ventajas que encontramos al integrar el ciberespacio a nuestro día a día.
Sin embargo, esta libertad también trae consigo riesgos y amenazas a las que todas las personas somos vulnerables. Tan solo el año pasado en Latinoamérica, hubo casi 900 millones de registros y datos expuestos a causa de ciberataques. Cada vez más, gobiernos e instituciones globales consideran la ciberseguridad un tema de alto nivel en la política. Es decir, reconocen que su impacto es relevante para la toma de decisiones, los intereses, los valores y por su puesto, la seguridad de los países y sus poblaciones.
Si bien, México cuenta con esfuerzos promovidos por distintas organizaciones y agencias gubernamentales en el tema de ciberseguridad, aún no existe un marco regulatorio que proporcione instrumentos para enfrentar las amenazas que existen.
Es importante que tanto empresas como personas impulsemos la creación de una comunidad atenta a la ciberseguridad, ya que el ciberespacio no salemente cruza fronteras territoriales, sino también personales. Para estar a la altura de los riesgos que nos acechan, es necesario fomentar el intercambio de información en todos los niveles. De esta manera, se facilita el acceso a las mejores prácticas y herramientas que permitan el desarrollo seguro de compañías, instituciones y personas.
Por esta razón, el miércoles pasado Metabase Q, empresa líder en ciberseguridad en América Latina, impulsó y participó en el Primer Foro de Ciberseguridad, convocado por la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA), destacando la importancia de garantizar la confianza digital que no solo proteja, sino también potencie el desarrollo de la sociedad. Cada día, salen a la luz nuevas características del espacio digital que habitamos, lo que requiere un ambiente de constante transformación, pero también nos da la posibilidad de crear futuros más seguros al alcance de todas las personas.
Por: Anahí Lima
@metabaseq
www.metabaseq.com
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