CUARTO DE GUERRA

Armas y soberanía: México y Ucrania en el espejo

Sin las armas y financiamiento que el presidente Benito Juárez recibió del gobierno de Washington, hoy los mexicanos hablaríamos francés

OPINIÓN

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Gerardo Rodríguez / Cuarto de Guerra / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Para la defensa de la República, frente a la intervención francesa, el presidente Benito Juárez necesitó comprar armas a Estados Unidos y a cambio aceptó la firma del oprobioso Tratado McLane-Ocampo que concedía a los ciudadanos y bienes de EU un derecho de tránsito a perpetuidad por el istmo de Tehuantepec y permitía la participación del ejército estadounidense.

La importante historiadora mexicana Patricia Galeana (UNAM) afirmó que “si Juárez no hubiera firmado, la ayuda de Estados Unidos no se habría dado y el gobierno liberal habría desaparecido”. Sin las armas y financiamiento que el presidente Benito Juárez recibió del gobierno de Washington probablemente hoy los mexicanos hablaríamos francés.

Benito Juárez, referente histórico de la segunda transformación (2T) para el presidente Andrés Manuel López Obrador, no hubiera pasado a la historia si no hubiera ganado la guerra contra el ejército francés de Napoleón III que era el más importante en ese momento sin las armas americanas y el arrojo del ejército mexicano.

Otro prócer del presidente López Obrador es el General Lázaro Cárdenas del Río que no le importó la doctrina Carranza, que velaba por la no intervención en asuntos internos de otros Estados, cuando mandó armas al Ejército Republicano que combatía contra Francisco Franco en España. Tampoco le importó la doctrina Estrada de no intervenir en el reconocimiento de otros Estados cuando decidió romper relaciones diplomáticas con la España franquista e incluso reconoció a los republicanos en el exilio como el gobierno legítimo en el exilio. Las armas mexicanas que envió Lázaro Cárdenas lamentablemente no llegaron a buen puerto para la defensa de la República española.

Ucrania necesita de armas para defenderse de la terrible y no provocada guerra que lanzó Rusia en contra de su territorio. Por lo anterior, no es menor la solicitud desesperada que lanzaron los congresistas ucranianos al gobierno mexicano a través de la carta que enviaron a través del Grupo Plural para la presidenta de la Mesa Directiva, la senadora Olga Sánchez Cordero.

Ucrania puede ser para Rusia en el siglo XXI lo que para la Unión Soviética fue Afganistán en la década de los ochenta del siglo pasado. Es decir, una guerra asimétrica que ganó una nación más débil en términos militares y económicos, pero con un apoyo global con armas y combatientes internacionales que se suman del lado del país más débil y con más calidad moral frente a una superpotencia intervencionista.

México difícilmente puede mandar armas a Ucrania. Sin embargo, puede aceptar a cientos de ucranianos que piden refugio y debe aumentar las aportaciones voluntarias para el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

México pudo defender su soberanía frente al ejército francés gracias a las armas extranjeras y la voluntad de su pueblo. No me queda duda que así será en Ucrania.

Agenda estratégica: Recomiendo a las empresas mexicanas transnacionales conocer las repercusiones por el incumplimiento de las sanciones económicas contra Rusia por parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (https://bit.ly/3MQJsr4 ).

POR GERARDO RODRÍGUEZ
GERARDO_RSL@YAHOO.COM
@GERODRIGUEZSL

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