ORBITANDO

Xiomara y su gran reto

Una de las principales preocupaciones de la oposición es que Honduras pueda "venezolanizarse"

OPINIÓN

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Israel López Gutiérrez / Orbitando / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El próximo jueves asumirá la nueva presidencia de Honduras, Xiomara Castro, un reto titánico por donde se le vea: es el principal país orquestador de caravanas de migrantes que tratan de llegar a Estados Unidos, registra altos niveles de pobreza y una amplia presencia de grupos del narcotráfico.

La Presidenta electa asumirá en sustitución de Juan Orlando Hernández, en una ceremonia que tendrá lugar el próximo 27 de enero en el Estadio Nacional de Tegucigalpa.

Cabe hacer hincapié, pero seguro el mandatario saliente ya debe de tener su plan b, porque Estados Unidos le pisa los talones por sus supuestos vínculos con el narcotráfico, y habrá que ver si no aplica la graciosa huida.

Su hermano Antonio "Tony" Hernández cumple cadena perpetua en una cárcel de EU por narcotráfico, y fiscales de Nueva York han señalado al gobernante como "co-conspirador" del delito.

Castro, de 62 años, esposa de Manuel Zelaya, derrocado en 2009, tras tratar de abrir la posibilidad de reelegirse –decían al puro estilo de Hugo Chávez–, se inscribió por el Partido Libre, aunque fue apoyada por otros dos partidos y una candidatura independiente.

De hecho, una de las principales preocupaciones de la oposición es que Honduras pueda "venezolanizarse" ante la llegada de Xiomara, quien tiene una buena relación con los presidentes que encabezan una rancia izquierda que se resiste a democratizarse.

Baste mencionar que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, acaba de asumir su cuarto mandato consecutivo, quinto durante toda su carrera, a través de la represión y sin ningún sesgo de democracia.

Lo cierto, es que el nuevo gobierno tiene el reto de impulsar una política integral de seguridad en la cual desde hace más de 12 años se viene identificando los territorios más inseguros a causa del narcotráfico, el microtráfico, la presencia de las maras y pandillas, muchas de ellas organizadoras de las caravanas migrantes.

Además, de una inconclusa depuración policial, pero esa medida no será fácil, hay muchos intereses que deja el mandatario saliente con grupos de poder que operan de manera ilegal, habrá que ver qué consejos le dio el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a Xiomara para hacer frente a esos retos. 

Entre los múltiples problemas que aquejan a Honduras y deberá enfrentar Castro, figura la crisis política y social derivada del golpe de Estado a su esposo, Manuel Zelaya, cuando promovía reformas constitucionales que la ley le impedía (y que luego Hernández derogó).

Honduras viene de 12 años de mala gestión del Partido Nacional –en el poder desde 2010– y si  quieren que las cosas mejoren el Ejecutivo necesita de una buena coordinación con el Legislativo, ahí está el meollo del asunto, porque Libre, el partido de Xiomara, no tiene mayoría simple, ganó 50 asientos de 128 posibles.

Castro dice que su gobierno será de unidad, que combatirá la corrupción y que trabajará para resolver problemas como el desempleo, la pobreza y los malos sistemas de salud y educación, y eso sin contar la crisis de salud por la pandemia.

POR ISRAEL LÓPEZ
COLABORADOR

ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM

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