Es increíble la incapacidad para atender una demanda social tan clara y sensible como lo es la salud. No se puede hablar de desarrollo ni bienestar social cuando se afecta a la población en este rubro. El desabasto es evidente, se falló desde la previsión, la compra, la logística y la distribución. No se conciben tantos errores y sorprende la capacidad de culpar a otros y de negar la realidad. La incapacidad está en la cabeza y la insensibilidad en los funcionarios. Ya no tienen calificativo, a sus argumentos manipuladores, acusaciones infundadas, y el colmo de calificativos golpistas, nos quedamos sin palabras. Ya se creen su propia información y su capacidad de mentir y justificar no tiene límite.
POR SALVADOR CERÓN
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