COMANDO Y CONTROL

México-EEUU: ¿Hacia una estrategia de seguridad seria?

Tras la visita a México de la vicepresidenta Kamala Harris, la Casa Blanca emitió un comunicado que delinea los ejes principales de cooperación entre ambas naciones: economía, seguridad y migración

OPINIÓN

·
Íñigo Guevara Moyano / Colaborador. / Opinión El Heraldo de México
Íñigo Guevara Moyano / Colaborador. / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

La visita a México de la vicepresidenta Kamala Harris sirvió de punto de partida para trazar la agenda de cooperación de las administraciones Biden y AMLO. 

El lanzamiento de esta iniciativa coincide con la segunda mitad de la gestión de AMLO, que fue marcada por la pérdida de la mayoría absoluta en el Congreso en las elecciones intermedias.

Tras la visita de Harris, la Casa Blanca emitió un comunicado que delinea los ejes principales de cooperación: economía, seguridad y migración. Para la administración mexicana, es claro que la dimensión de seguridad es secundaria, la prioridad es la reactivación económica, mientras que para la estadounidense, es viceversa. Por ello, es relevante analizar el anuncio de la Casa Blanca, pues comienza haciendo énfasis en los lazos culturales, sociales y económicos entre ambos países, y de ahí se enfoca en el diálogo económico, seguido inmediatamente de la seguridad. 

La dimensión económica incluye el ahondar los acuerdos de comercio, telecomunicaciones e interconectividad, además de la necesidad de fortalecer las cadenas de suministros.  Esta última es muy relevante para EEUU,  ya que los efectos del COVID en el comercio global, aunado a la creciente tensión política, militar y económica con China, convierten a las cadenas de suministro mexicanas en activos imprescindibles para el crecimiento económico y la seguridad nacional de ambas naciones. 

En cuanto a seguridad, es claro que la estrategia de "abrazos y no balazos" es un fracaso para México, la inacción del gobierno no ha frenado la violencia de las organizaciones criminales y es necesario implementar una estrategia de seguridad seria.  

El segundo punto en el comunicado de la Casa Blanca indica establecer diálogo para alcanzar una visión compartida de seguridad a nivel de los gabinetes. Consecuente, el 15 de junio se realizó una reunión entre las agencias de seguridad de ambas naciones (SSPC, Guardia Nacional, INAMI, SEDENA, SEMAR, DHS, y el NSC) coordinada por la SRE en México y el 18 de junio se reunió el grupo de trabajo de las instituciones de defensa (SEDENA, SEMAR y DoD) en Washington.  En la última reunión, se acordó expandir la cooperación en materia de defensa, así como avanzar las capacidades bilaterales para enfrentar retos regionales comunes. Habrá que ver cómo se traduce esto último en los planes de equipamiento para las fuerzas armadas, pues hasta ahora, la austeridad los ha castigado.      

Producto de estas conversaciones, es posible que veamos un reajuste en la estrategia de seguridad de México: ya el 15 de junio, AMLO anunció que se (re)incorporará la Guardia Nacional a la SEDENA.  En las siguientes semanas probablemente veremos más ajustes. 

Es relevante analizar el desarrollo de las instituciones militares mexicanas bajo AMLO, durante la primera mitad del sexenio: resignadas, pero leales, fueron diluidas y atomizadas para ser empleadas como antibiótico social y ordenadas a implementar proyectos como la construcción del aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya; ahora, se consolidan como los únicos actores que podrán llevar a cabo la implementación de una estrategia de seguridad seria. 

POR ÍÑIGO GUEVARA MOYANO

DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA JANE'S EN WASHINGTON, D.C.

PAL