SALTO CUÁNTICO

Antonio González Orozco, el muralista al que le dijeron no

Más de 160 obras van contabilizadas, en tanto siguen abriendo cajones o levantando hojas y encontrando más piezas, entre grabados, dibujos, esculturas, bocetos, poemas, pedazos de madera pintados, espátulas, libros, pinturas y más pinturas

OPINIÓN

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Karina Álvarez / Salto Cuántico / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A lo largo de 17 años se imprimió más de 44 millones de veces en la portada y contraportada de los libros de texto gratuitos de quinto grado la imagen del mural: Juárez, Símbolo de la República Frente a la Intervención Francesa (1972), por el cual, su autor, el pintor Antonio González Orozco nunca recibió una solicitud de permiso ni obtuvo un sólo centavo.

Desde su casa, enclavada entre las calles de Tetelpan, en la alcaldía Álvaro Obregón, a casi un año de su muerte, el hijo del muralista muestra el asombroso trabajo que prevalece al interior de su hogar-estudio y taller, que se mantiene tal cual lo dejó don Antonio, el 10 de junio de 2020, día que falleció de un cáncer que se lo llevó en menos de una semana.

Más de 160 obras van contabilizadas, en tanto siguen abriendo cajones o levantando hojas y encontrando más piezas, entre grabados, dibujos, esculturas, bocetos, poemas, pedazos de madera pintados, espátulas, libros, pinturas y más pinturas. Trabajo de un hombre de 87 años, que dedicó su vida al arte.

Pero de González Orozco poco se sabe. Sabemos que en el Castillo de Chapultepec hay dos murales de él, más otros seis en diferentes zonas geográficas de México. Fue alumno de Diego Rivera, realizó 31 exposiciones individuales en México, Estados Unidos, Canadá, Polonia y Rumanía; fue restaurador en el INAH, entre muchas otras cosas.

Lo que desconocemos es que el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) le negó la Medalla de Bellas Artes, así como un digno homenaje en vida y ahora póstumo; la última negativa del INBA fue de conocimiento de su hijo, Antonio González Arriaga, el jueves pasado.

El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) también le negó apoyo para pintar un mural en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en 2010 y 2011, pese a contar con la autorización: Había realizado un boceto para el interior del aeropuerto y lo único que buscaba era un apoyo para la compra de los materiales. Las dos veces le dijeron, no. Y en el 2020 le volvió a negar apoyo para concluir la última parte de su mural en el Hospital de Jesús.

“Le negaron becas, la posibilidad de hacer más murales, no le dieron la medalla de Bellas Artes, tampoco hubo algún evento por su muerte o exposición; nunca recibió regalías por los libros de texto; el caso es que en ningún gobierno lo apoyaron, ni antes ni ahora”, lamenta su hijo Antonio.

De su obra en los libros de texto se enteró por la radio, no hubo notificación de por medio ni nada parecido, sin embargo, González Orozco optó por pensar que su trabajo sería más conocido.

“Queremos que sean equitativos con mi papá, porque tampoco nadie lo vino a ver en su lecho de muerte, cuando estas puertas siempre han estado abiertas; un merecido homenaje para el artista, lo hemos buscado desde que estaba en vida y no lo logramos, ojalá lo hagamos, aunque ya no esté”.

SINCRONÍA: Parte de la obra de Antonio González Orozco se ubica en las oficinas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, pues pagaba sus impuestos con su arte.

POR KARINA ÁLVAREZ
K.ALVAREZ.ROSAS@GMAIL.COM
@KAFARK84

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