COLUMNA INVITADA

El Indo-Pacífico: la región del siglo XXI

En cada época, ha existido un país o región que dicta la pauta de los acontecimientos globales, en torno al cual gravitan la economía, las tendencias

OPINIÓN

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Claudia Ruiz Massieu/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En cada época, ha existido un país o región que dicta la pauta de los acontecimientos globales, en torno al cual gravitan la economía, las tendencias, la diplomacia o incluso, la guerra. El Zeitgeist internacional, quizá le llamaría Hegel. 

Desde al menos el siglo XVIII y hasta la primera mitad del XX, Europa fue el centro del poder militar, así como de los cambios políticos, económicos y científicos que revolucionaron a todo el mundo. A partir de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética fueron el epicentro de los asuntos globales. Tras el 11 de septiembre de 2001, Oriente Medio se convirtió en el foco de atención internacional. 

Ahora, el futuro del orden global se definirá en el llamado “Indo-Pacífico”. La importancia geopolítica de esta región ya había sido atisbada por los estrategas alemanes del siglo pasado, pero fue el ex Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, quien, en un emblemático discurso ante el parlamento de India, en 2007, identificó claramente que es ahí donde se diputará el poder económico, militar y político en las décadas que vienen. 

El Indo-Pacífico aglutina 38 países, corre a lo largo de China, India, Japón, Australia, y en general las potencias emergentes de Asia. Es hoy punto de confluencia del comercio internacional: 60% de los flujos comerciales atraviesan sus mares; además, es clave para el abastecimiento de petróleo y es la región en donde Estados Unidos y China se disputan el poder global. 

El ascenso de China como potencia mundial ha ido acompañado de una marcada aspiración de convertir al Indo-Pacífico en su principal zona de influencia, por ejemplo, con iniciativas como la Nueva Ruta de la Seda; la construcción de una base militar en Yibuti o el dominio sobre el puerto de Hambantota, en Sri Lanka. 

En este contexto, han surgido diversas respuestas. El acuerdo cuadrilateral de seguridad (que integran EE.UU., Japón, India y Australia), surgió como bloque estratégico para hacer frente al desafío que representa China. Asimismo, recientemente emergió el pacto defensivo AUKUS (Australia, Reino Unido y EE.UU.) que busca auxiliar con submarinos nucleares al gobierno australiano para crear un eje que permita contener el expansionismo chino. 

En esta lucha por el poder global están implicados ocho países con armas nucleares, con las economías y los ejércitos más poderosos del mundo, –ya sea porque son parte de la región o porque tienen intereses vitales en ella: China, Corea del Norte, Estados Unidos, India, Reino Unido, Francia, Rusia y Pakistán. Tanto el potencial de desarrollo como de destrucción es inmenso. 

Por su parte, México debe plantear una política de Estado de cara a esta región. Gracias a nuestros múltiples tratados de libre comercio, la vinculación a las cadenas de valor globales y el activo que representan nuestros 11 puertos de altura en la costa pacífica mexicana, el Indo-Pacífico abre una oportunidad inmejorable; sería un error no aprovecharla. 

POR CLAUDIA RUIZ MASSIEU

SENADORA DE LA REPÚBLICA

@RUIZMASSIEU

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