Hoy en día, las interpretaciones de Seguridad y Conflicto han evolucionado con la finalidad de abarcar nuevos modelos de amenazas a la Seguridad Nacional. Si bien “ciberseguridad” no es algo completamente nuevo, su importancia en el mundo ha incrementado de manera drástica conforme las nuevas tecnologías y dependencia a los productos inteligentes crecen.
La trascendencia de la ciberseguridad va desde el nivel individual hasta niveles nacionales que afectan la integridad de un país o área, por ejemplo, Stuxnet, uno de los ciber ataques mas agresivos en la historia, que saboteó el programa nuclear Iraní en 2010.
En las recientes elecciones presidenciales en los Estados Unidos y Taiwán prevalecieron eventos que incluían ataques cibernéticos y guerra de información. Como resultado, muchos países han reconocido la necesidad de nuevas medidas de ciberseguridad para proteger la integridad del proceso electoral democrático.
La ciberseguridad ya no puede considerarse simplemente una cuestión técnica, sino que se ha extendido al ámbito geopolítico. Las tecnologías críticas, comenzando con tecnologías básicas de infocomm e infraestructura de comunicaciones, hasta las emergentes como 5G, computación en la nube, inteligencia artificial y computación cuántica, y los riesgos cibernéticos asociados que presagian, proporcionan conductos para impactar la seguridad nacional, el progreso económico y el progreso económico de un país.
Con la creciente dependencia al internet, la frecuencia y la sofisticación de los ciberataques van en aumento. Para contrarrestar todas estas vulnerabilidades, existe un creciente interés en la adopción de soluciones de ciberseguridad en el sector de la defensa. Corea muestra una alta dependencia al internet, presentando la tasa de penetración más alta del mundo.
Las amenazas cibernéticas, como la infracción de datos personales, la filtración de información comercial, el ciberdelito o el ciberterrorismo también aumentan con el crecimiento exponencial de la dependencia del mismo. En el caso de Corea del Sur, el ciberterrorismo por parte de Corea del Norte presenta ya un factor de peligro muy grave. Sus actividades de hackeo de generalmente se dividen entre el Estado Mayor del KPA y la Oficina General de Reconocimiento, que tiene la tarea de recopilar inteligencia y espiar a Corea del Sur. Ambas organizaciones tienen entidades subordinadas que diseñan software, mantienen redes y participan en operaciones de redes informáticas contra adversarios.
En consecuencia, la legislación coreana sobre ciberseguridad se ha desarrollado como reacción al avance del flujo de información y sus tecnologías e infraestructuras relacionadas, esto con el fin de contrarrestar las crecientes amenazas en un campo que constantemente evoluciona y que no es capaz de suplir la demanda de expertos en ciberseguridad.
POR HÉCTOR FERNANDO MORÁN
COLABORADOR
@CALLMEFERNANDO_