COLUMNA INVITADA

Beethoven, 250 años

Nadie puede negar el efecto que sobre los humanos producen las melodías y los ritmos musicales

OPINIÓN

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Bernardo Noval/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La música acompaña celebraciones festivas, favoreciendo la conveniente eclosión de alegría, pero también es parte de ceremonias y solemnidades funerarias; desde la cuna a la tumba, jamás nos abandona.

Este 2020, un año que se percibe como confuso y en el que se han generado un gran número de cambios, se da también la coyuntura de una celebración emblemática: el 250 aniversario del natalicio del gran compositor alemán Ludwig van Beethoven. Sin embargo, el gran festejo para el genio que vio la luz por primera vez el 16 de diciembre de 2020, en la ciudad alemana de Bonn, se ha visto aplazado a causa de la contingencia sanitaria. Desde el año pasado se preparaban sus festejos a nivel mundial con un gran número de programas, conciertos y presentaciones en torno a su incomparable Opus, los cuales hasta el momento se han visto pospuestos y, en el peor de los casos, cancelados. 

Beethoven es una de las figuras mas fascinantes de todos los tiempos; niño prodigio, de tez morena, retraído, de aspecto descuidado y taciturno, así fue el genio de Bonn de quien su padre siempre idealizó que su hijo siguiera los pasos de Mozart. Con 17 años, Ludwig hizo un primer viaje a Viena, donde según una leyenda apócrifa conoció a Mozart y quien habría exclamado: “Este joven dará que hablar al mundo”. 

Al cumplir 22 años, se trasladó definitivamente a la capital austriaca y en esta ciudad pasaría el resto de su vida; ya entonces Viena era la metrópolis de la música y allí maduró como persona y como músico. Compuso en total de 343 obras, entre sonatas y conciertos para piano, cuartetos de cuerda, dos misas, una ópera y nueve sinfonías; destacando de entre ellas la novena por ser esta con la que marcó el final del clasicismo y el inicio del romanticismo musical. 

Es bien sabido, gracias a los testimonios de gente allegada a él y a sus escritos personales, lo complejo de su personalidad, sus arrebatos, pasión y romanticismo desbordado; sin embargo, la búsqueda por la libertad fue una constante en su obra, y aquello que lo posibilita; citando a su contemporáneo, el filósofo Arthur Schopenhauer, “es la lucha y canalización de la voluntad, pues representa a la voluntad misma directamente, obrando sobre la voluntad al instante; esto es sobre los sentidos, las pasiones y la emoción del auditorio, exaltándolos y modificándolos”. 

El legado del renombrado compositor a la humanidad incluye piezas tan deslumbrantes, como “cotidianas”, de manera que personas de las más diferentes culturas y estratos sociales siempre han estado en contacto con su música

En nuestro contexto actual en el que nos enfrentamos a diversas adversidades en materia de salud y supervivencia, la vida de Beethoven invita a reflexionar sobre la importancia de adaptarnos a nuevas situaciones y continuar con el logro de nuestras metas y objetivos; pues los múltiples padecimientos que padeció el compositor a lo largo su vida y la amenaza constante de epidemias y enfermedades de su época, no impidieron a este genio producir su extraordinaria obra musical, pues él aseguraba en vida: “ Valor! A pesar de todos los desfallecimientos de mi cuerpo, mi genio debe triunfar”. 

Beethoven murió el 26 de marzo de 1827, con 56 años; a su entierro acudió una multitud de más de 20, 000 personas.

 

POR BERNARDO NOVAL 
CEO MUST WANTED GROUP
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