En 2013, la CFE pasó a ser una Empresa Productiva del Estado, lo cual le demanda tener cuentas positivas. Para ser productiva tiene que vencer diferentes retos internos y externos, entre ellos, a nivel del Servicio de Suministro Eléctrico Básico (SB) y tener una oferta competitiva de sus tarifas sin que representen pérdidas. La Ley de la Industria Eléctrica establece que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) determinará dichas tarifas reconociendo los costos asociados a la prestación del SB, siempre que estos reflejen prácticas prudentes. Las tarifas del SB son las que impactan a la mayoría de los usuarios.
El Informe Individual del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2019, de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), indica que se han reconocido costos ineficientes en tarifas de SB, pero a ¿qué le denomina ineficiente? La CRE señala que no existe un concepto oficial, por lo cual la ASF refiere que la eficiencia representa: la maximización del valor a través de minimización de costos, con una tarifa competitiva.
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El monto que contabiliza la ASF es 58.4 mil millones de pesos (mmdp), los cuales son 31 mmdp a generación (53.2 por ciento); 26 mmdp (45.1 por ciento) a transmisión y distribución (T&D); y mil mdp (1.7 por ciento) de la operación de CFE SB. Para 2018, fueron de 59.9 mmdp, es decir bajaron 2.5 por ciento para 2019. En generación, 48 (31.3 por ciento) de las 187 centrales tuvieron costos ineficientes, y alcanzaron hasta 56.8 pesos/kWh para la hidroeléctrica de Santa Bárbara, cuando el costo eficiente se ubicó en 1.2 pesos/kWh. La generación ineficiente representa 12.3 por ciento del costo total de generación de CFE.
En T&D continúa la tendencia de pérdidas, tanto las propias del sistema como parte de su operación, como las atribuibles a los robos, las cuales representan 4.3 por ciento del total de energía que pasa por las redes. En 2018 fueron 23.1 mmdp, equivale a un alza de 13.8 por ciento.
La cartera vencida es de 55.6 mmdp, de la cual mil mdp tiene riesgo de incobrabilidad, este último aumentó en 16.8 por ciento respecto a 2018. La ASF señala que, de seguir la tendencia, para 2025, el riesgo de incobrabilidad representaría 1.45 mmdp, un alza de 45 por ciento frente a 2019. Las ineficiencias casi cubrirían el subsidio para 2021, equivalente a 70 mmdp. La CRE estima que en 2021 contará con el criterio de eficiencia y Prácticas Prudentes, lo que permitirá determinar de manera más puntual éstas.
POR JORGE LAVALLE
JLM@ACCURACY.COM.MX
@JLAVALLEMAURY