HORIZONTE GLOBAL

El auto eléctrico: Inevitable, sea Biden o Trump

Si gana Biden, esta tendencia se acelera. El impacto será en México

OPINIÓN

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Isabel Studer / Horizonte Global / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En una elección presidencial estadounidense marcada por la polarización, durante el primer debate entre el candidato demócrata, Joe Biden, y el republicano, Donald Trump, el apoyo al auto eléctrico surgió como el único punto de coincidencia. Biden prometió invertir 400 mil millones de dólares en infraestructura automotriz, instalar más de 500 mil estaciones de carga de electricidad en las carreteras, desarrollar la tecnología de baterías y cambiar la flota de vehículos del gobierno federal hacia autos y camiones eléctricos. Anunció incentivos a compra de nuevos autos eléctricos. Estas acciones resultarían en la creación de un millón de empleos. En el caso de Trump queda poco claro en qué se traduciría el apoyo enunciado, puesto que no compartió detalles y hasta ahora sus políticas han favorecido a combustibles fósiles. Incluso negó a California la exención que este estado ha obtenido para imponer estándares más ambiciosos a las emisiones de vehículos. También planeó la eliminación del crédito al impuesto federal en la compra de autos eléctricos, que hoy llega hasta los 7,500 dólares.

Independientemente del resultado electoral,  la industria automotriz es global. Los fabricantes de vehículos ya invierten miles de millones de dólares para competir en el futuro del auto eléctrico y los vehículos autónomos. El gobernador de California, Gavin Newsom, firmó una orden ejecutiva para prohibir la venta de autos nuevos a gasolina a partir de 2035. California se suma a docenas de estados y ciudades en 30 países que han adoptado disposiciones similares. Además, hay factores de mercado, como el éxito financiero de empresas como Tesla y Nio, su rival chino, cuyas acciones han aumentado más de 400%. En China, hay cientos de fabricantes de autos eléctricos que contribuyen a cumplir con la meta de que una cuarta parte de las ventas anuales de vehículos sean eléctricos para el 2025. 

La adopción del auto eléctrico es, pues, inevitable y disruptiva. Si gana Biden, esta tendencia se acelera. El impacto en México será significativo, ya que la industria automotriz representa una cuarta parte del PIB manufacturero, un tercio de las exportaciones totales y es parte de un sistema integrado de producción transfronterizo, dominado por empresas transnacionales. Puesto que el auto eléctrico demanda menos componentes que el impulsado por gasolina, se tendrán que diseñar programas de apoyo a cientos de productores de autopartes. Una fábrica de baterías requiere sólo una quinta parte de la fuerza laboral de la utilizada por una de motores a gasolina. México podría explotar sus enormes reservas de litio, "el nuevo petróleo", que es esencial en la producción de las baterías para el auto eléctrico. Éste podría convertirse en el centro de una agenda de cooperación e innovación bilateral, aprovechando el TMEC.  

 

POR ISABEL STUDER

DIRECTORA DE LA ALIANZA UCMX

@ISASTUDER